jueves, 4 de julio de 2024

En Corto : Va y Viene

No te acostumbres a nadie, la gente va y viene, como el viento en la tarde, como un suspiro breve. 

No te encariñes, que los lazos se deshacen,

no te ates, que las cadenas te atenazan.

No prometas, que las palabras son volátiles,

no te quedes, que la permanencia es frágil.

Hazte un favor, y aprende a estar solo, que en la soledad hay fuerza, y en ti mismo, todo.

Chispa Fugaz

Somos instantes, breves destellos en el vasto lienzo del tiempo, como chispas fugaces que iluminan la vasta noche de lo efímero. 

Pero hay que vivir como si fuésemos eternos, con el fervor de los soles que nunca se apagan, danzando en la órbita de los sueños que trascienden el amanecer.

Cada momento es un tesoro, una joya engastada en la eternidad, y aunque el reloj avance incansable, nuestro espíritu puede desafiar su marcha.

Vivamos con la intensidad del fuego, con el amor que no conoce fronteras, y la pasión de quienes saben que cada respiro es un milagro.

Porque en la inmensidad del ser, somos más que meros instantes; somos el eco de un alma sin límites, capaz de dejar huellas en el infinito.

Así, aunque seamos destellos pasajeros, vivamos con el ímpetu de lo eterno, tejiendo nuestra historia con hilos dorados en el vasto tapiz de la vida sin fin.

Lo que no será

Nada se va hasta que le quites tu atención, como un eco persistente en la noche, una sombra que sigue tus pasos en el jardín de las memorias.

Se aferra con fuerza a tu mente, como hiedra que trepa incansable, sugiriendo su presencia en cada rincón olvidado. 

Los recuerdos se nutren de miradas, de suspiros y palabras no dichas, crecen en el silencio de tu ser, alimentándose de tu contemplación.

Pero hay un poder en desviar la vista, en girar el timón del pensamiento, enfocando tu ser en nuevos horizontes, dejando atrás lo que ya no es. 

Porque nada se va hasta que le quites tu atención, y al hacerlo, liberas su sombra, permitiendo que se desvanezca en la marea del olvido.

Y así, en la marea del olvido, todo se queda, sin resistir, porque ya no tiene caso recordarte, ni darle vida a lo que no puede ser. 

Los sentimientos que una vez vibraron ahora se disuelven en el tiempo, sin rumbo ni destino, como hojas en el viento.

Cada emoción que floreció en jardines de ilusiones, ahora se marcha, sin resistencia, porque esos sueños no encuentran puerto, no van a ninguna parte.

Las promesas no cumplidas, los suspiros que se extraviaron, se hunden en las profundidades de un mar que no mira atrás.

No hay camino para lo que fue, ni destino para lo que se soñó, solo un vacío que se llena con la paz de lo que se dejó ir o no se luchó por quedarse.

Porque en la marea del olvido, todo se queda, todo se acalla, y al fin, soltando esos recuerdos, encontramos la calma de lo que no será.

martes, 2 de julio de 2024

Me equivoqué

Salí herida, pensé que no dolería, que el tiempo y la distancia serían bálsamos para mi alma, pero las cicatrices aún arden.

Creí que el dolor sería efímero, una sombra pasajera en mi camino, pero su eco resuena en mi pecho, un latido constante, ineludible.

El sol brillaba, pero mi corazón, cubierto de nubes y tempestades, luchaba por encontrar su claridad, por sanar en un mundo ajeno.

Salí herida, con la esperanza rota, pensando que el sufrimiento se desvanecería, pero cada lágrima me recordó, la fragilidad de mi ser, de mi sentir. 

Hoy, me enfrento a la realidad, a las marcas que el tiempo no borra, reconociendo mi fortaleza en la caída, mi capacidad de renacer, aunque duela.

Me olvide …

Esperé demasiado de ti, me olvidé de mi propia regla, no esperar nada de nadie, pensé que sentías lo mismo.

Mis sueños se enredaron con los tuyos, como hilos de un destino compartido, pero tu camino, en sombras oculto, se desvió de mi sendero esperado.

Quise ver en tus ojos mi reflejo, un eco de sentimientos compartidos, pero el vacío respondió a mi deseo, dejando mi alma en silencio abatido. 

Ahora recojo las piezas dispersas, de un corazón que creyó sin medida, me reconstruyo, más fuerte, más sabia, recordando mi regla, sin esperar de la vida.

Aprendo a ser mi propia fortaleza, a encontrar en mí la luz perdida, pues aunque el amor se torne en sombras, mi espíritu renace, libre y sin heridas.

Heridas que puedes sanar

Este mundo puede herirte como un océano tempestuoso que golpea incansablemente las costas.

Las olas representan los desafíos y las adversidades de la vida, que pueden erosionar tu fortaleza y dejar cicatrices en tu espíritu.

Sin embargo, así como la costa se adapta y resiste, tú también puedes encontrar en tu interior la resiliencia para soportar y superar estas pruebas.

Cada herida puede convertirse en una marca de batalla, una prueba de tu capacidad para sanar y emerger más fuerte, como una roca moldeada y perfeccionada por el implacable abrazo del mar.

lunes, 1 de julio de 2024

Montaña Rusa del Corazón

Entre desencantos y encantos, juego oscilante, 

Mis emociones en montaña rusa, vertiginante,

Te quiero, te dejo, te busco, te olvido,

Eres amor imposible, sueño prohibido.

¿Cómo explicarle al corazón doliente,

Que dejes de pensar en ti, serenamente?

Que no ilusione sus latidos ansiosos,

Con un amor que sólo trae sueños borrosos.

Es un vaivén de querer y de no querer,

Un amor que no debo ni puedo tener.

Déjame encontrar paz en este desvelo,

Que mi corazón aprenda a vivir sin este anhelo.

Bailar bajo la lluvia

Aprovechando las lluvias que hemos tenido en Guatemala, y que me ha tocado manejar bajo la lluvia, me recordó de singin’n in the rain , esa ...