miércoles, 2 de octubre de 2024

Cuento : El Silencio que habla . Parte 1



Amaya vivía en una cuidad donde todos los sonidos eran intensos: las bocinas, las conversaciones, las risas, las peleas. Pero había un ruido aun mas ensordecedor, el que solo ella podía escuchar: el silencio que se creaba en cada una de sus discusiones con Emilio.
Su relación era un bucle de emociones. Cada vez que Emilio alzaba la voz, Amaya sentia que una parte de ella se apagaba, y en ese espacio vacío hacia un silencio profundo. Pero ese silencio no era quietud. Era una presencia, una voz sin palabras, que le hablaba cuando el no lo hacia. El silencio se hacia mas grande con cada disculpa que llegaba, con cada promesa rota que quedaba flotando entre ellos.
Amaya trataba de ignorar esa voz muda, convencida de que lo que vivia era simplemente la complejidad del amor. Pero en el silencio se volvio mas nitido, mas urgente, susurrandole lo que no queria oir: que el amor no debía sentirse como una cadena, que las palabras que no se dicen  tambien tienen peso, y que el verdadero amor no te hace callar.
Una noche, después de una pelea que termino en mas silencio, Amaya decidio hacerle caso a la voz. Camino por la cuidad, alejándose del ruido y las luces. Se detuvo en un puente, miro el rio abajo y escucho algo diferente: el susurro del agua fluyendo, como su propio corazón que , aunque lastimado, seguia latiendo con fuerza. Se dio cuenta de que el silencio, ese que siempre había evitado, era en realidad su propio grito de libertad.
Amaya se volvió  a acercar mas al borde del barandal del puente, el rio debajo parecía susurrar su nombre con una calma engañosa. El viento helado le acariciaba el rostro, como una mano invisible que la empujaba a cuestionarse, a mirar dentro de si.
Vale la pena seguir?, se pregunto en voz baja, como si las palabras mismas fueran mas pesadas de lo que podia soportar.
Ser o No Ser, la frase resonaba en su mente como un eco lejano, pero ahora tomaba una forma real, tangible. ¿Ser lo que soy, un reflejo de mis cicatrices, o dejar de ser, terminar con este fuego que quema cada parte de mi alma?
Las lagrimas comenzaron a deslizarse por sus mejillas, pero no habia nadie para verlas. Estaba sola, como siempre lo habia estado incluso cuando Emilio la abrazaba. ¿Cobarde? Quiza si. Quiza el verdadero valor es acabar con esto de una vez por todas. Apagar el ruido, el dolor, el sufrimiento que me consume, que me asfixia….
Miro al rio, que corria sin detenerse, y su mente viajo hacia la posibilidad de descansar en esa corriente, de dejar que todo desapareciera. Pero algo dentro de ella, una pequeña chispa, la detenia. Era casi imperceptible, pero estaba ahí. ¿ y si sigo? ¿ Que me espera mas alla de este puente? ¿mas dolor? ¿mas gritos? ¿ o hay algo mas.. ¿ Que tan cobarde seria quedarme y enfrentar lo que venga, en lugar de dejarme caer?
Las dudas la envolvian, cada una como una nube oscura que la cegaba. ¿ Porque deberia quedarme en este mundo? Un mundo caotico sin sentido. ¿Un mundo que solo sabe destruirme?

Amaya respiro hondo y cerro los ojos. El silencio, su viejo compañero volvio. Pero esta vez no la empujaba hacia el vacio. Esta vez le susurraba, casi como una pregunta: ¿ Y si hay algo mas alla de este dolor? ¿ Y si soy mas fuerte de lo que lo que creo?

Esa noche no volvio a casa. No necesitaba palabras ni explicaciones. El silencio habia dicho todo lo que necesitaba oir.

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