martes, 27 de agosto de 2024

103 Años de Winnie The Pooh 💛 Extracto !


 


“Hoy fue un día difícil”, dijo Pooh. 

-Hubo una pausa.

- “¿Quieres hablar de ello?”, preguntó Piglet.

- “No”, dijo Pooh después de un rato. “No, creo que no quiero”.

- “Está bien”, dijo Piglet, y vino y se sentó junto a su amigo.

- “¿Qué estás haciendo?”, preguntó Pooh.

- “Nada realmente”, dijo Piglet.

“Solo sé cómo son los días difíciles.

A menudo tampoco tengo ganas de hablar de ello en mis días difíciles.”

Sin embargo, -continuó Piglet-

“Los días difíciles son mucho más fáciles cuando sabes que tienes a alguien ahí para ti. Y yo siempre estaré ahí para ti, Pooh”.

Y mientras Pooh permanecía ahí sentado, dando vueltas en su cabeza acerca de su Día Difícil, el confiable Piglet sentado junto a él en silencio, solo balanceaba sus pequeñas patas...

Pooh pensó que su mejor amigo nunca había tenido más razón como en ese día.”


Extracto tomado del libro “Winnie the Pooh” de A. A. Milne & E. H. Shepard 🍯

domingo, 18 de agosto de 2024

El Misterio de la Fe: Un Encuentro Personal con lo Divino

En el transcurso de la historia, la humanidad ha buscado respuestas a las grandes preguntas de la existencia. Religiones, filosofías y creencias han surgido para intentar comprender lo incomprensible. 

Sin embargo, no todos encuentran su camino a través de una religión formal. Algunos, como yo, descubren una conexión profunda y personal con algo más grande, algo que no puede ser fácilmente definido o encasillado en dogmas.

No me considero una persona religiosa. 

No sigo un credo específico.

Sin embargo, creo firmemente en Dios, el Creador supremo, y en el universo como una fuente divina que todo lo ve. 

Esta creencia no está basada en lo que me han enseñado, sino en lo que he vivido. En mi experiencia, hay una fuerza que me ha cuidado, sostenido y dado la fortaleza necesaria para seguir adelante en los momentos más oscuros.

Recuerdo momentos en mi vida en los que todo parecía perdido, en los que sentía que ya no tenía la fuerza para continuar. 

Sin embargo, en medio de esa desesperación, siempre hubo una voz interior, una sensación de paz que me decía que no estaba sola, que había una mano invisible que me sostenía. 

No sé cómo explicarlo, pero sé que es real. Es una presencia que me envuelve, que me llena de esperanza y que, de alguna manera, me muestra el camino cuando más lo necesito.

No sé cómo será para otras personas, pero para mí, este poder superior es tan real como el aire que respiro. Aunque no puedo verlo ni tocarlo, lo siento profundamente en mi ser. 

Sé que hay algo, una energía, una inteligencia divina que guía mis pasos y que me da la fuerza para enfrentar lo que venga. Y aunque no puedo probar su existencia de manera científica, en mi corazón sé que está ahí.

Creo que la fe es un misterio. No siempre tiene sentido lógico, y a menudo es difícil de explicar con palabras. Pero eso no la hace menos real. Es una certeza que no necesita de evidencia tangible, porque vive en lo más profundo de nuestro ser. 

Para mí, esta fe en lo divino es un faro, una luz que me guía en la oscuridad, una fuente de fortaleza que me permite seguir adelante, pase lo que pase.

Invito a quienes leen estas palabras a reflexionar sobre su propia relación con lo divino. Cada uno tiene su propio camino y su propia verdad. 

Lo importante es encontrar esa paz interior, esa fortaleza que te sostiene cuando todo lo demás falla. 

No importa cómo lo llames o cómo lo experimentes, lo esencial es saber que no estamos solos y que hay algo más allá de lo que podemos comprender.

Así es como yo veo y experimento lo divino. No es algo que pueda definir completamente, pero es algo que me da vida y me da fuerzas cada día. Y por eso, elijo creer.

domingo, 11 de agosto de 2024

Encontrando mi Propio Camino: Reflexiones sobre Fe, Familia y Empatía

Desde hace tiempo, Imagine Dragons ha sido una de mis bandas favoritas, y me identifico profundamente con su vocalista, Dan Reynolds, especialmente por nuestra experiencia compartida como exmormones. 

Como exmiembro de la Iglesia y exmisionera de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (SUD), he recorrido un camino que, aunque personal y difícil, me ha permitido encontrar mi propia verdad.

Alejarme de la Iglesia fue una de las decisiones más complejas que he tomado en mi vida. 

Estoy segura de que mi padre, que en paz descanse, no habría imaginado esta vida para mí, pero sé que Dios sigue siendo una parte esencial de mi existencia. 

Mi relación con Dios es algo que trasciende las estructuras religiosas; es un vínculo personal que me guía y da sentido a mis acciones.

Porque al final del día, no son nuestras afiliaciones religiosas las que nos definen, sino nuestras acciones y cómo tratamos a los demás.

A pesar de haberme distanciado de la Iglesia, mi amor por mi familia sigue siendo profundo e inquebrantable. Ellos significan el mundo para mí, y siempre procuraré mantener esos lazos fuertes, independientemente de las diferencias en nuestras creencias.

La vida me ha enseñado que uno puede alejarse del mundo, pero jamás de su Creador. Las obras que realizamos, nuestra bondad, y la forma en que nos comportamos como seres humanos es lo que realmente importa.

Respeto profundamente a mis amigos y familiares que siguen practicando su fe. Siempre que me invitan, participo en sus actividades religiosas, porque sé que la vida se trata de empatía y amor.

No se trata de imponer nuestras creencias a los demás, sino de convivir con respeto y comprensión, reconociendo que cada uno de nosotros está en su propio viaje espiritual.

Al final, mi mensaje es simple: vivamos en paz con nuestras decisiones, amemos a nuestras familias, y sobre todo, seamos empáticos y respetuosos con las creencias de los demás.

Porque más allá de las etiquetas religiosas, lo que nos define es el amor que somos capaces de dar y recibir.

Gracias por seguir Leyendo este Blog , Saludos y Muchas Bendiciones.





sábado, 10 de agosto de 2024

El Amanecer y el Atardecer: Dos Rostros del Mismo Cielo

Amo los fines de semana, me hacen pensar , escribir .

Cuando escucho una canción o veo alguna frase en una película o serie que me hace ese click y escribir de ese tema, mi mente se echa a volar y se me ocurren ideas cuerdas y otras no tan cuerdas .

El amanecer y el atardecer son como dos amantes que se encuentran en los extremos opuestos del día, siempre separados por las horas, pero unidos en su esencia. 

Ambos marcan los momentos de transición, esos instantes en que la naturaleza se viste con sus mejores colores, creando un espectáculo que nos recuerda lo efímero y a la vez lo eterno.

El amanecer es la promesa de un nuevo comienzo, la esperanza que emerge tímidamente tras la oscuridad. Es un susurro suave que nos invita a despertar, a renacer junto con el sol que asciende, iluminando las sombras de la noche. 

Cada rayo de luz es como un verso que acaricia la piel, un canto al espíritu que se prepara para enfrentar el día con valentía y amor.

El atardecer, por otro lado, es la despedida, pero no de tristeza, sino de agradecimiento. Es el abrazo cálido del sol que se retira, dejando tras de sí un cielo pintado de oro y fuego. 

Es un recordatorio de que todo lo bello en la vida tiene un ciclo, que el cierre de un día es solo la antesala de un nuevo amanecer. 

En ese encuentro entre la luz y la oscuridad, se esconde la magia de lo que fue y lo que será, un momento de paz en el que el corazón se permite soñar.

Ambos, el amanecer y el atardecer, se parecen en su capacidad de tocarnos el alma. 

Son reflejos del mismo cielo, diferentes en su luz, pero iguales en su belleza. 

Nos enseñan que la vida es un ciclo, un baile continuo entre comienzos y finales, donde cada día es una oportunidad para empezar de nuevo y cada noche, una ocasión para descansar y reflexionar.

En sus colores, encontramos metáforas de la vida misma: la esperanza que surge al romper el alba y la serenidad que llega con el ocaso. 

Y en su parecido, descubrimos que, al igual que ellos, todos llevamos dentro tanto la capacidad de iluminar como la de descansar, de amar intensamente cada nuevo día y de dejar ir con gratitud cada final.

Gracias por seguir leyendo , saludos y muchas bendiciones.


La Fuerza de Reparar lo que se Rompió

En la Serie Loki , el dice estas palabras : Quemar todo es sencillo, aniquilar es sencillo, dejar solo cenizas es sencillo. Tratar de reparar lo que se rompió es duro, la esperanza es dura."

Esta frase resuena profundamente en mi mente , porque refleja una verdad universal sobre la vida y la naturaleza humana. 

Destruir es fácil. Cualquiera puede romper algo en un instante, reducirlo a cenizas, y dejarlo atrás.

Pero cuando miramos esas cenizas, cuando enfrentamos las ruinas de lo que una vez fue, entendemos que la verdadera valentía no está en la destrucción, sino en la reconstrucción.

Reparar lo que se rompió es uno de los desafíos más grandes que enfrentamos. Ya sea en nuestras relaciones, en nuestras comunidades, o en nosotros mismos, el proceso de restauración requiere una fuerza y una determinación que muchas veces subestimamos.

Es fácil rendirse ante el caos y la desesperación, pero levantarse y decidir que vale la pena luchar por lo que se ha perdido es una de las expresiones más poderosas de esperanza.

La esperanza es dura porque nos enfrenta a lo desconocido. Nos empuja a creer que, a pesar de las dificultades, hay algo por lo que vale la pena seguir adelante.

Nos desafía a mirar más allá de las cenizas y a imaginar lo que puede surgir de ellas. No es un camino fácil; requiere paciencia, fe, y, sobre todo, amor.

Amor por lo que fue, amor por lo que puede ser, y amor por nosotros mismos y por aquellos que nos rodean.

En un mundo donde la destrucción parece ser la solución más rápida, reparar es un acto de resistencia. Es un acto de fe en la humanidad, en la bondad, y en el futuro.

Cada vez que decidimos recoger los pedazos y empezar de nuevo, estamos afirmando que el bien es más fuerte que el mal, que la creación es más poderosa que la destrucción, y que el amor es más duradero que el odio.

Así que cuando enfrentemos esos momentos en los que todo parece perdido, recordemos que aunque aniquilar puede ser sencillo, reconstruir es lo que verdaderamente define nuestra humanidad.

Y aunque la esperanza sea dura, es la llama que nos guía a través de la oscuridad, hacia un futuro que, aunque incierto, es nuestro para moldear.

Gracias por seguir leyendo , saludos y bendiciones 




viernes, 9 de agosto de 2024

Sentirse Roto

Hay momentos en la vida en los que nos sentimos rotos, como si cada pedazo de nuestro ser se hubiera desmoronado en el suelo, creando un rompecabezas imposible de armar.

Ser una persona rota no es algo fácil de admitir, pero es una realidad que muchos enfrentamos en silencio.

Es en estos momentos cuando el dolor, la pérdida y la adversidad nos fragmentan, dejándonos con la sensación de que nunca volveremos a ser completos.

Sentirse roto es una experiencia profundamente humana.

Cada pieza de ese rompecabezas que alguna vez fuimos representa una parte de nuestra historia: nuestros sueños, nuestras luchas, nuestras alegrías y nuestras penas.

Cuando esas piezas se dispersan, nos enfrentamos a la difícil tarea de recogerlas, sabiendo que algunas de ellas han cambiado para siempre. 

Pero ser una persona rota no significa estar destruido. Al contrario, significa que hemos sobrevivido. A pesar de todo, seguimos aquí, tratando de reconstruirnos con las piezas que nos quedan.

Es en ese proceso de reconstrucción donde encontramos nuestra verdadera fuerza. Como un artesano que con paciencia y amor repara una obra de arte, nosotros también podemos encontrar la belleza en nuestras cicatrices, en nuestras imperfecciones, y en nuestra resiliencia.

El renacimiento del ave Fénix es una metáfora poderosa de esta transformación. El Fénix, envuelto en llamas, se reduce a cenizas solo para resurgir más fuerte, más sabio y más brillante.

Nosotros también podemos renacer de nuestras propias cenizas. Cada vez que nos levantamos después de haber caído, cada vez que nos enfrentamos a la adversidad y salimos adelante, estamos encarnando el espíritu del Fénix.

Renacer no significa olvidar lo que nos rompió. Las cicatrices que llevamos son recordatorios de las batallas que hemos librado y de las victorias que hemos ganado.

Nos recuerdan que somos sobrevivientes, que tenemos la capacidad de reconstruirnos y de transformarnos.

Como un rompecabezas humano, podemos decidir cómo reorganizar nuestras piezas, cómo rediseñar nuestra vida, y cómo darle un nuevo significado a lo que somos.

En este viaje de reconstrucción, es importante recordar que no estamos solos. Otros también están recogiendo las piezas de su propio rompecabezas, luchando con sus propias llamas.

Juntos, podemos apoyarnos, inspirarnos y aprender que, aunque estemos rotos, podemos encontrar la manera de volver a brillar. 

Gracias por continuar leyendo, saludos y bendiciones, 



miércoles, 7 de agosto de 2024

Poema : La Ilusión

En sueños tejí un mundo de esperanza,  

un amor imposible que mi corazón guardaba,  

alimentando ilusiones con cada mirada,  

aunque en mi alma sabía que era nada.

Recorrí senderos de fantasía y deseo,  

creyendo en palabras que nunca existieron,  

dibujando un futuro que nunca llegó,  

construyendo castillos que el viento arrasó.

Ahora sé que él tiene otra mano que sostener,  

y aunque mi mente jugaba a imaginarlo mío,  

en mi pecho un vacío comienza a crecer,  

un vacío que no logra despertar ni un frío suspiro.

Quisiera llorar por lo que nunca fue,  

pero no hay lágrimas que puedan caer,  

pues mi corazón sabía desde el primer día  

que este amor era solo una dulce fantasía.

Aunque el desencanto me roza y me hiere,  

no hay lamento que mi alma libera,  

pues en mi pecho aún late la esperanza  

de que algún día llegue un amor que me abrace 

Y que sostenga mi corazón.

lunes, 5 de agosto de 2024

Encontrando el Amor en el Desamor

Alguna vez se han puesto a preguntar :

Cuando terminamos una relación, Matrimonio, Noviazgo, Amigos con Derechos, cómo quieran llamarle, nos peleamos con el Amor, y realmente con quien debemos pelear si es que tenemos que pelear con el alguien o si queremos pelear es con la persona que nos dejo de amar, y surgen estas canciones muy famosas YO NO NACI PARA AMAR.. NADIE NACIO PARA MI...

El Amor no es fácil, porque nadie da lo que no tiene... y como dice Arjona:

El amor es la arrogancia de aferrarse a lo imposible
Es buscar en otra parte lo que no encuentras en ti

Después de una ruptura, nos encontramos cuestionando la esencia misma del amor. ¿Con quién deberíamos estar realmente molestos? Nos dejamos llevar por la idea de que, si una relación termina, el amor nos ha fallado. Sin embargo, en realidad, no es el amor el que nos ha abandonado, sino la persona con la que compartíamos ese amor.

Cuando terminamos una relación, ya sea un matrimonio, un noviazgo o incluso una amistad con derechos, tendemos a cantar aquellas canciones de desamor que parecen capturar perfectamente nuestro estado de ánimo: "Yo No Nací Para Amar" . Estas cancion, aunque conmovedora, nos hacen pensar que el amor es algo que nos elude, algo que tal vez nunca encontraremos. Pero, ¿es realmente el amor el culpable de nuestro dolor?

El amor, por su naturaleza, es complejo. No es fácil porque, como dice la frase popular, "nadie puede dar lo que no tiene". Esto nos lleva a reflexionar sobre lo que esperamos del amor y lo que realmente aportamos a nuestras relaciones. Como dice Ricardo Arjona, "el amor es la arrogancia de aferrarse a lo imposible", una búsqueda constante de algo que quizás solo podamos encontrar en nosotros mismos.

El desamor nos ofrece una oportunidad única: la posibilidad de encontrar el amor verdadero en medio de la decepción. Este amor no siempre viene de otra persona, sino que puede ser un amor propio, un reconocimiento de nuestro valor intrínseco y de lo que realmente necesitamos para ser felices. Cuando aceptamos que el amor es más que una relación romántica, comenzamos a ver el desamor como una etapa de crecimiento personal y no solo como una pérdida.

En lugar de pelearnos con el amor o con quien nos dejó de amar, podemos usar el desamor como un catalizador para entendernos mejor, para buscar en nuestro interior aquello que nos completa. Al final del día, el amor más importante que podemos encontrar es el amor por nosotros mismos, y eso nunca nos abandonará.

Muchas gracias por seguir leyendo , bendiciones 




La Búsqueda de la Eterna Juventud en el Amor

 En la búsqueda del amor verdadero, a menudo escuchamos la frase: "Busca a alguien con quien puedas envejecer." 

Esta idea sugiere estabilidad y longevidad, el ideal de una relación que perdura a lo largo del tiempo.

Sin embargo, quizá estemos perdiendo de vista algo fundamental: la importancia de encontrar a alguien con quien podamos seguir siendo niños.

La vida adulta trae consigo responsabilidades, estrés, y una rutina que puede apagar la chispa de la espontaneidad. En medio de este torbellino, encontrar a alguien que despierte nuestro niño interior es invaluable.

Un compañero que nos invite a jugar, a reír sin razón aparente, y a ver el mundo con ojos de asombro, puede ser una fuente inagotable de felicidad y conexión.

Ser niño no implica irresponsabilidad o inmadurez; se trata de mantener viva la curiosidad y la capacidad de maravillarse ante las pequeñas cosas. Se trata de dejar espacio para el juego y la creatividad, incluso en los días más ocupados.

Una relación que fomente esta actitud no solo nos rejuvenece, sino que fortalece el vínculo con nuestro compañero. Además, al seguir siendo niños juntos, cultivamos un ambiente donde la comunicación es honesta y libre de juicios.

Los niños no tienen miedo de expresar lo que sienten y piensan, y al adoptar esta mentalidad, podemos mejorar nuestra capacidad de escuchar y entender al otro sin prejuicios.

Buscar a alguien con quien seguir siendo niño es un recordatorio de que la vida no tiene que ser siempre seria.

Podemos encontrar alegría en los momentos cotidianos, transformando lo ordinario en extraordinario simplemente compartiéndolo con alguien que valora la esencia lúdica de la existencia.

Por tanto, en la búsqueda del amor, no solo busquemos a alguien con quien envejecer, sino a alguien que nos invite a mantener la frescura y la vitalidad de nuestra juventud interna.

En esta dualidad, descubrimos el secreto para una vida plena y un amor duradero, donde el paso del tiempo no es una carga, sino una aventura compartida. 

Gracias por seguir leyendo este blog, muchas bendiciones,



domingo, 4 de agosto de 2024

En la Delgada Línea Entre la Vida y la Muerte

La experiencia de estar en un hospital, especialmente cuando se enfrenta una operación complicada, es una confrontación directa con nuestra propia fragilidad. 

Durante mi reciente hospitalización, mientras esperaba ser llevada al quirófano, me invadió un pensamiento abrumador: ¿y si no despierto? Esta reflexión me llevó a comprender cuán delgada es la línea entre la vida y la muerte cuando uno está en un hospital.

La vida cotidiana nos envuelve en una rutina que a menudo nos hace olvidar lo efímero que puede ser todo. Sin embargo, en el hospital, el tiempo parece detenerse.

Cada sonido, cada luz parpadeante de las máquinas, y cada susurro en el pasillo se amplifican, recordándonos que la vida es tan frágil como preciosa.

El hospital es un lugar donde se celebran nacimientos y se lloran despedidas, un espacio donde la ciencia y la fe coexisten en un intento de mantenernos en este lado de la línea.

Durante esos momentos de espera y reflexión, uno se da cuenta de que la vida es un regalo que a menudo damos por sentado.

Nos enfocamos en las preocupaciones diarias y olvidamos lo importante que es valorar cada instante. Al enfrentar la posibilidad de la muerte, uno comienza a apreciar lo que realmente importa: las conexiones humanas, el amor y los momentos compartidos.

Mi experiencia en el hospital me enseñó que la vida no se mide por los años vividos, sino por la intensidad con la que amamos y somos amados. Me recordó que, aunque el destino final es inevitable para todos, lo que realmente importa es cómo elegimos vivir cada día hasta que ese momento llegue.

Al salir del hospital, renací con una perspectiva renovada. La línea entre la vida y la muerte es delgada, pero nos da la oportunidad de cruzar de vuelta al lado de la vida con un corazón agradecido y una determinación para vivir plenamente.

Porque, en última instancia, la verdadera medida de la vida es el impacto que dejamos en los demás y la alegría que encontramos en cada día. 




Vive Mañana

Queridos amig@s, Hoy quiero compartir con ustedes una reflexión, basada en una frase que ha resonado en los corazones de muchos: 

"Vive como si fueras a morir mañana. Aprende como si fueras a vivir para siempre." Estas palabras, aparentemente sencillas, encierran una sabiduría inmensa.

Nos invitan a abrazar la vida con una pasión ardiente y un hambre insaciable por el conocimiento.

Pero, ¿qué significa realmente vivir como si fuéramos a morir mañana? Significa apreciar cada momento, valorar cada interacción, y no dar nada por sentado.

Nos insta a perseguir nuestros sueños con determinación, a resolver nuestros conflictos con amor y a no posponer la felicidad para un futuro incierto.

Cada día es un regalo, un lienzo en blanco esperando ser pintado con las experiencias, los amores, los desafíos y las victorias de nuestra existencia.

Vivir con esta intensidad no solo nos permite disfrutar plenamente de la vida, sino que también nos da la fuerza para enfrentar la adversidad con una sonrisa, sabiendo que cada día vivido plenamente es un día bien vivido.

Por otro lado, aprender como si fuéramos a vivir para siempre nos impulsa a mantener nuestra curiosidad viva, a buscar constantemente nuevas oportunidades para crecer y desarrollarnos.

La vida es una escuela interminable, y cada experiencia, buena o mala, es una lección que nos prepara para el siguiente capítulo de nuestra historia. El aprendizaje no se limita a los libros y las aulas; está en cada rincón de nuestra vida cotidiana. Está en las conversaciones con personas de diferentes edades y culturas, en los errores que cometemos y en los éxitos que celebramos.

Cada día nos ofrece una nueva oportunidad para aprender algo nuevo y, al hacerlo, enriquecer nuestra existencia y la de quienes nos rodean.

Vivir como si fuéramos a morir mañana nos da el coraje para ser valientes y auténticos, mientras que aprender como si fuéramos a vivir para siempre nos llena de sabiduría y perspectiva.

Al combinar estos dos enfoques, podemos llevar una vida rica y significativa, una vida que no solo cuenta los días, sino que hace que cada día cuente.

Así que, amigos míos, salgamos hoy de este lugar con el firme propósito de vivir y aprender de esta manera.

Que cada día sea una nueva oportunidad para vivir intensamente y aprender constantemente.

Porque, al final del día, no es la cantidad de años en nuestra vida lo que importa, sino la cantidad de vida en nuestros años. 

Agradezco por seguir apoyando este blog , 

Muchas gracias y bendiciones 




viernes, 2 de agosto de 2024

Carta Para Mi : Rehabilitación / Me siento Culpable

Sentirse culpable por estar enferma y tener un proceso de rehabilitación prolongado es una carga emocional que puede ser difícil de manejar. 

Asi lo sentí y he estado trabajando en ese sentimiento durante todo este proceso post-operatorio.

Querida Yo , Quiero que tomes un momento para leer estas palabras y recordar lo importante que eres. 

Es natural sentirse culpable por estar enferma, especialmente cuando el proceso de rehabilitación es largo y desafiante. 

Pero quiero que sepas que tu salud y bienestar son lo más importante, y que no tienes por qué sentirte culpable por cuidar de ti misma.

Tu cuerpo ha pasado por mucho, y necesita tiempo para sanar. 

Este tiempo de recuperación no es un signo de debilidad, sino una muestra de tu valentía y determinación. 

Has enfrentado desafíos que muchos no pueden imaginar, y aún así, aquí estás, luchando por tu bienestar.

Es fundamental que te permitas este tiempo para sanar sin sentir culpa.

Cada día de rehabilitación es un paso hacia una mejor versión de ti misma, una versión que es más fuerte y más consciente de sus límites y capacidades.

Recuerda que cuidar de tu salud no solo es un acto de amor propio, sino también una responsabilidad que tienes contigo misma y con aquellos que te quieren y te apoyan.

Es posible que sientas que estás siendo una carga para los demás, pero quiero que recuerdes que quienes te aman están a tu lado porque se preocupan por ti y quieren verte bien.

Permitir que te cuiden es también un acto de amor, y es importante que te abras a recibir ese amor y apoyo sin sentirte culpable.

Durante estos 90 días, ( no se si en este momento que leas esto pases más tiempo de lo que esperabas ) permítete descansar, sanar y crecer.

Usa este tiempo para reconectarte contigo misma, para reflexionar sobre tus sueños y objetivos, y para recordar que tu valor no disminuye por estar en un proceso de recuperación.

Eres valiosa tal como eres, en este momento y siempre. No olvides que este tiempo de rehabilitación es solo una parte de tu viaje, y que cada día te acerca más a tu recuperación completa.

Mantén la esperanza, sigue adelante con determinación y no dudes en pedir ayuda cuando la necesites.

Con mucho cariño y aprecio,




Viernes 13

 No me gustan las películas de terror ni suspenso he aquí , una Oda desde mi perspectiva 😅 by Me Viernes 13, qué alegría Un gato negro cruz...