🌿 Mayo, un mes de desafíos: cuando la vida parece no avanzar

Mayo ha sido un mes difícil para mí.

Un mes lleno de desafíos, de pruebas que me han sacudido por dentro: en el trabajo, en mi vida personal, en mis emociones.

¿Te ha pasado que, por más que trates de hacer las cosas bien, de esforzarte, de poner toda tu energía en que algo suceda… simplemente no pasa nada?

Así se sintió este mayo para mí.

Como si estuviera sembrando en un terreno árido, como si las puertas no se abrieran, como si todo el esfuerzo quedara suspendido en el aire, sin dar frutos.

Y sí, duele. Duele ver que a pesar de las ganas, las cosas no fluyen.

Duele sentir que el tiempo avanza, pero uno parece quedarse atrapado en una especie de pausa forzada, en esa incertidumbre que desgasta el alma.

Al principio, luché contra ello. Me sentí frustrada, con ganas de rendirme. Pero luego, poco a poco, entendí algo profundo: no siempre podemos controlar el ritmo de la vida. Hay momentos en los que el universo nos dice:

“Detente. Espera. Aún no es el momento.”

Y entonces, cuando todo afuera parece detenido, hay que volver a lo esencial. A lo básico. A lo sencillo.

Para mí, eso se tradujo en:

🌿 Levantarme temprano, aunque no tenga ganas.

🌿 Agradecer, aunque a veces no vea razones para hacerlo.

🌿 Seguir adelante, aunque los resultados no lleguen.

🌿 No dejar de hacer lo bueno.

🌿 No dejar de creer, aunque la fe tambalee.

Porque la vida, en su infinita sabiduría, sabe cuándo es tiempo de sembrar, cuándo es tiempo de esperar… y cuándo será tiempo de cosechar.

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“Cuando nada sucede afuera, es porque algo está creciendo adentro.”

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Hoy quiero decirte a ti, que quizá también estás viviendo un tiempo difícil:

No estás sola.

Lo que estás haciendo, aunque parezca pequeño, cuenta.

Tus esfuerzos tienen valor.

Tus lágrimas también riegan la tierra.

Y aunque hoy no lo veas, cada paso, cada acto de amor, cada gesto de gratitud está sembrando algo hermoso en tu interior.

Así que sigue creyendo, sigue caminando, sigue sembrando, aunque parezca que no pasa nada.

Porque un día, sin previo aviso, todo tendrá sentido. 🌻

Con cariño,

Vane 💫

🌿 El arte de escuchar - LIBRO JULIA CAMERON

 

Julia Cameron se ha convertido en mi mentora, maestra en este arte de escribir.

Hoy quiero compartirles una reflexión sobre un libro que me ha inspirado profundamente: El arte de escuchar, de Julia Cameron.

A veces la vida nos grita, otras nos susurra… pero muchas veces, simplemente no escuchamos.

Vivimos tan ocupados, tan llenos de ruido externo e interno, que olvidamos la belleza de la pausa y el poder de una escucha auténtica.

Este libro me recordó que la escucha es un arte, y que si aprendemos a cultivarlo, podemos transformar no solo nuestras relaciones, sino también nuestro mundo interior.

En un mundo saturado de distracciones, Cameron nos invita a redescubrir el valor de escuchar. A lo largo de seis semanas, nos guía a través de ejercicios y reflexiones para aprender a:

• Escuchar el entorno, descubriendo la música escondida en lo cotidiano.

• Escuchar a los demás, practicando la escucha activa y la presencia plena.

• Escuchar a nuestro ser interior, esa voz que nos susurra verdades y nos guía cuando callamos el ruido de afuera.

• Escuchar más allá del tiempo, conectando con aquellos que ya no están, manteniendo vivos sus recuerdos y enseñanzas.

• Escuchar a nuestros héroes, aprendiendo de sus experiencias y trayendo su sabiduría a nuestra vida.

• Y, quizás lo más importante, escuchar el silencio, ese espacio sagrado donde nuestra alma puede hablar y ser escuchada.

Este libro no es solo una guía, es un llamado a vivir con más conciencia, a abrir el corazón y los oídos. Porque escuchar es mucho más que oír palabras: es acoger emociones, comprender lo no dicho y estar presentes con amor y empatía.

Escuchar es un acto de valentía. Nos conecta con los demás, con nosotros mismos y con la vida misma.

Hoy te pregunto: ¿qué estás necesitando escuchar en tu vida? 🌿💫

Déjame tus pensamientos en los comentarios, y si este resumen te inspiró, compártelo con alguien que necesite detenerse un momento y escuchar.

No te quejes, disfruta el dolor

 

No te quejes, disfruta el dolor: el arte de crecer en medio del fuego

Hay frases que parecen un golpe directo al corazón.

“Don’t complain, enjoy the pain.”

No te quejes, disfruta el dolor.

¿Quién en su sano juicio disfrutaría del dolor?

Y, sin embargo, es en ese dolor donde a veces… encontramos nuestra mayor transformación.

El dolor como maestro

El dolor nos visita a todos.

Físico, emocional, espiritual.

No pide permiso, no avisa. Llega, sacude, desarma.

Pero también nos habla. Nos muestra lo que debe ser sanado, lo que ya no funciona, lo que debe ser soltado.

La diferencia entre sufrir y crecer

Que algo duela, no significa que estés fallando.

A veces, duele porque estás saliendo de tu zona de confort.

Porque tus músculos —reales o simbólicos— se están fortaleciendo.

Porque tu alma está dejando de gatear… para comenzar a volar.

No se trata de amar el sufrimiento, sino de entenderlo

“Disfrutar el dolor” no es buscar el sufrimiento,

es elegir crecer a pesar de él.

Es convertir las lágrimas en combustible.

Es mirar una cicatriz y decir: “Aquí también florecí.”

No te quejes… actúa.

La queja nos ancla.

Nos convierte en víctimas pasivas.

El desafío está en observar el dolor y preguntarnos:

¿Qué puedo aprender? ¿Qué puedo hacer con esto?

Tu historia puede ser un mensaje

Hoy, quizás estás atravesando algo difícil.

Pero no estás sola.

Ese dolor puede ser el puente que te una con otros.

Puede ser la voz que inspire, que guíe, que abrace.

En lugar de huir del dolor… abrázalo. Transfórmalo.

Porque todo lo que hoy parece oscuro…

Mañana puede ser la luz que necesitas para iluminar a otros.

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• “Las raíces crecen en la oscuridad.”

• “No te quejes… respira, resiste, renace.”

• “El dolor no es el final. Es la puerta hacia una nueva versión de ti.”

¿Cómo ser amigo? El arte de estar, sin pedir nada a cambio

En un mundo donde la inmediatez y los mensajes rápidos han reemplazado los abrazos y las visitas inesperadas, ser amigo se ha vuelto más que un título: es una elección consciente.

Muchos nos quejamos de que no nos escriben, que nadie nos llama, que ese “amigo” solo aparece cuando necesita algo.

Pero, ¿cuántas veces nosotros también hemos fallado en ser el amigo que quisiéramos tener?

Ser amigo no es solo estar en las fiestas o los logros.

Es también aparecer en medio del silencio, cuando no hay filtros bonitos ni sonrisas forzadas.

Es preguntar “¿cómo estás?” y quedarse para escuchar la respuesta.

Ser amigo no es dar consejos perfectos, sino ofrecer presencia, incluso en medio de nuestras propias tormentas.

Un amigo verdadero no necesita ser perfecto.

Solo necesita ser honesto, empático y constante. A veces, basta un mensaje inesperado, un audio diciendo “te pensé”, o una nota compartida con cariño.

Y sí, también hay que hablar de los que solo aparecen cuando necesitan algo. Porque una amistad sana no se basa en el uso, sino en el cuidado mutuo.

No somos servicio a domicilio de afecto ni banco de soluciones. Aprender a poner límites también es parte de ser buen amigo: decir “te quiero, pero también me cuido”.

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Hubo un tiempo en mi vida donde esperaba más de los demás, sin darme cuenta que yo también podía dar más.

Que ser amigo no es contar cuántas veces te buscan, sino cuántas veces estás tú, sin que te lo pidan. A veces, el silencio duele… pero también enseña.

Me enseñó a valorar, a perdonar, y sobre todo, a elegir ser luz para otros sin esperar reflectores.

Hoy, antes de quejarme porque no me escribieron, me pregunto:

¿a quién puedo escribir yo?

¿A quién puedo abrazar con palabras?

Tal vez ahí empiece el verdadero acto de amistad.

🧠 ¿Qué es el estrés postquirúrgico?

 

El estrés postquirúrgico se refiere a los síntomas físicos y emocionales que algunas personas experimentan después de una cirugía.

Aunque no es un término clínico ampliamente reconocido, se relaciona estrechamente con el trastorno de estrés postraumático (TEPT), que puede desarrollarse tras eventos traumáticos, incluidas intervenciones quirúrgicas significativas.

Según la Mayo Clinic, el TEPT es una enfermedad de salud mental causada por una situación de estrés o aterradora, ya sea que la hayas vivido o presenciado.

Los síntomas pueden incluir reviviscencias, pesadillas y angustia grave, así como pensamientos incontrolables sobre la situación. 

La Organización Mundial de la Salud (OMS) también reconoce que el TEPT puede desarrollarse tras la exposición a eventos extremadamente amenazantes o horribles, y se caracteriza por revivir el evento traumático, evitar recuerdos del evento y tener una percepción persistente de amenaza. 

🩺 Mi experiencia personal

He pasado por tres operaciones. Y sí, me arrepiento de haberme sometido a ellas. Pero no podemos retroceder en el tiempo. No existe un DeLorean, como el de Volver al Futuro, que nos lleve a advertirnos a tiempo, a tomar otras decisiones, a evitar el dolor. Sería fácil, ¿no? Pero la vida no es una película.

Lo cierto es que cada una de esas intervenciones me cambió. No sólo el cuerpo. Cambió mi manera de ver la vida. Hoy miro con otros ojos: ojos de gratitud, de aprecio por lo que antes daba por sentado, de autocuidado. Porque si no llegas al punto en el que nadie quiere estar —cuando tu salud se quiebra y el dolor se hace parte de tu día a día— es muy fácil vivir sin pensar en lo frágil que eres. Cuando te sientes “bien”, entre comillas, crees que todo estará así para siempre. Y no es así.

La última operación me dejó en silla de ruedas. Es difícil describir lo que se siente no poder caminar. La impotencia, la tristeza, el miedo. La rehabilitación es dura. No solo física, también mental. Tu mente se convierte en un campo de batalla, donde cada pensamiento negativo quiere ganarte.

Ahí apareció otro visitante inesperado: la ansiedad.

Ataques intensos que me hacían sentir que me ahogaba, como si el aire no alcanzara, con una opresión tan fuerte en el pecho que parecía que me partía en dos. Me decían: “Es estrés postquirúrgico”. Y yo me preguntaba: ¿Eso existe? ¿Por qué nadie me habló de esto antes? ¿Por qué nadie nos prepara para ese duelo invisible que se vive después de una cirugía?

🌱 ¿Qué puedes hacer?

1. Reconoce tus emociones: Es normal sentirse abrumado después de una cirugía.

2. Busca apoyo profesional: La terapia psicológica puede ser una herramienta invaluable para procesar emociones y desarrollar estrategias de afrontamiento.

3. Comunícate con tus seres queridos: Hablar sobre tus sentimientos con amigos y familiares puede aliviar la carga emocional.

4. Infórmate: Conocer sobre el TEPT y el estrés postquirúrgico puede ayudarte a entender mejor lo que estás experimentando y buscar las mejores formas de afrontarlo.

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Recuerda, no estás sola en esto. Buscar ayuda no es un signo de debilidad, sino de fortaleza. Al compartir tu historia, estás iluminando el camino para otros que pueden estar enfrentando desafíos similares. 

Si necesitas más información o apoyo,  te recomiendo una excelente terapeuta 💛 Anna Sánchez +(502) 5316-8620

En Movimiento: El arte de sanar paso a paso

 

“La vida se manifiesta a través del movimiento.” — Aristóteles

Después de una operación, el cuerpo cambia. Todo se vuelve más lento, más frágil, más vulnerable. A veces, solo respirar ya es un reto. Pero en medio de esa pausa impuesta por el dolor, descubrí algo transformador: el movimiento también es medicina.

No hablo de grandes hazañas atléticas. 

Hablo de pequeños gestos que cobran un significado profundo cuando vienes de un proceso quirúrgico: mover los pies en la cama, sentarte, estirarte con cuidado, dar unos pasos por la casa, levantar los brazos al cielo como señal de que aún puedes.

Cada uno de esos movimientos fue una victoria. Un paso más hacia mi recuperación… y hacia mi libertad.

Durante los primeros días, me sentía prisionera de mi cuerpo.

Mi mente quería correr, pero mi cuerpo apenas podía caminar. Sin embargo, entendí que no se trataba de ir rápido, sino de no detenerme. Porque cuando dejas de moverte, no solo se detiene el cuerpo… también se estanca el alma.

Fue entonces cuando recordé la frase de Aristóteles: 

“La vida se manifiesta a través del movimiento.” Qué cierta es. Todo lo vivo se mueve: el mar, el viento, la sangre, las emociones.

Incluso el dolor se transforma cuando decides enfrentarlo en movimiento.

Mantenerme activa, aunque fuera lentamente, me devolvió la esperanza. Me hizo sentir que tenía el control sobre algo, que podía participar en mi sanación.

El movimiento se convirtió en una forma de fe: cada paso, por más pequeño, era un acto de confianza en que todo mejoraría.

Y no solo me moví físicamente. También decidí mover mis pensamientos, mis emociones, mis proyectos.

No dejé que el miedo me paralizara.

Enfrenté la ansiedad, la tristeza, la frustración… caminando con ellas, no huyendo.

Porque si hay algo que aprendí en esta etapa es que el movimiento no solo es acción: también es decisión.

Un llamado a ti que estás en pausa

Si estás atravesando un momento difícil, en cama o en una pausa forzada por la vida, quiero decirte algo desde el fondo de mi corazón: muévete como puedas.

Si no puedes caminar, respira profundo. Si no puedes alzar el cuerpo, alza una oración, un pensamiento, una intención.

Si no puedes ir lejos, da un paso interior.

Todo cuenta.

Todo suma.

El movimiento no siempre se ve.

A veces es interno. A veces es invisible.

Pero siempre, siempre… es vida en acción.

“Madres del Alma”

No solo es madre quien da la vida,

es quien abraza y sana la herida.

La que madruga sin condición,

la que cobija con el corazón.

Es madre la abuela que vuelve a empezar,

la hermana que sabe escuchar.

La tía que inventa cuentos de hadas,

la vecina que nunca dice “nada”.

La nana que canta sin ser de sangre,

la mujer que enseña sin esperar que le paguen.

Es madre la que cuida con devoción,

la que regala su bendición.

Madre es un título sin apellido,

un don que el alma ha compartido.

Hoy te celebro, madre querida,

por ser faro, fuerza… y guía de vida.

Ser madre es un título del alma”

 “Ser madre es un título del alma” – Reflexión para el 10 de mayo

Quiero agradecer a @VivyGalvez porque ella le dio el título a este artículo y me pareció genial , escribir de esto.

Nací en Managua, Nicaragua, y hace un poco más de 20 años vine a Guatemala mi corazón dividido, pero muy agradecido.

En Guatemala, cada 10 de mayo se celebra el Día de la Madre. 

En Nicaragua, esta fecha especial se conmemora el 30 de mayo.

¿Y si te dijera que, más que una fecha en el calendario, ser madre es una misión de amor que merece ser celebrada todos los días? Tú ya lo sabes y yo también .

¿Por qué se celebra el Día de la Madre en distintas fechas?

El Día de la Madre tiene orígenes que se remontan a antiguas civilizaciones que rendían culto a las diosas maternales. Pero en su versión moderna, fue impulsado por la activista estadounidense Anna Jarvis a inicios del siglo XX, como una manera de honrar a su madre fallecida. En muchos países, como Estados Unidos, se celebra el segundo domingo de mayo. Guatemala lo estableció oficialmente el 10 de mayo, como símbolo de afecto constante y arraigo cultural. Nicaragua, por su parte, eligió el 30 de mayo en honor al cumpleaños de la madre de un expresidente del país.

¿Quién es una madre?

Una madre no siempre es quien da a luz. Es también quien sostiene, quien acompaña, quien guía. En muchas familias, ese rol lo han tomado abuelas que renunciaron a su descanso para criar nietos; tías que cuidaron como si fueran propias; hermanas mayores que se volvieron refugio; vecinas, madrinas, e incluso nanas que han sido una presencia maternal silenciosa pero poderosa.

El título de madre se gana con el corazón.

Hoy queremos rendir homenaje a todas ellas. A las que alimentan con una sopa caliente y una mirada que consuela. A las que duermen poco por cuidar mucho. A las que enseñan a leer, a llorar sin vergüenza, a sanar con un beso y a seguir caminando.

Porque ser madre es un acto diario de amor y valentía, no una fecha ni una etiqueta.

Y tú, ¿a cuántas “madres del alma” puedes agradecer hoy?

“ Gracias por Ser Mamá”

https://youtu.be/my1fCp4ONf8?si=j5JpnVnBXkzUO26u

🎶 Gracias por Ser Mamá – Canción para el Día de la Madre 💐
Una canción especial dedicada a todas esas figuras que han sido madres del alma:
abuelas que criaron con ternura, padres que hicieron el papel de mamá, y mujeres valientes que dieron amor sin medida.

Esta canción mezcla alegría con un toque de nostalgia y gratitud, celebrando a quienes nos enseñaron a caminar, a soñar, y a amar con el corazón.

🌺 Feliz Día de las Madres en Guatemala y en todo el mundo.
Gracias por ser mamá, aunque la vida les diera otro nombre.

(Verso 1)
Crecí en los brazos de quien no me tuvo en el vientre nueve meses,
pero su amor me abrazó sin condición.
Una abuelita con alma de sol,
fue mi refugio, mi risa, mi voz.

(Verso 2)
Y hay un papá que supo cuidar,
que entre sus manos aprendí a volar.
Jugó dos roles, fue guía y hogar,
aunque le costara, nunca dejó de amar.

(Coro)
Gracias por ser mamá, aunque no fuera el plan,
por darlo todo sin pedir jamás.
Por esas noches sin dormir,
por enseñarme a sonreír,
este día y siempre te voy a bendecir.

(Verso 3)
A todas esas madres de verdad,
que no temieron amar de más.
Tías, hermanas, vecinas tal vez,
que con cariño me hicieron crecer.

(Coro)
Gracias por ser mamá, aunque no fuera el plan,
por darlo todo sin pedir jamás.
Por cada paso junto a mí,
por cada herida que sané,
en mi corazón siempre estarás allí.

(Puente)
No importa el nombre que la vida te dio,
si en tu abrazo yo encontré el amor.
Fuiste madre con el alma y la piel,
y eso vale más que mil porqués.

(Coro final)
Gracias por ser mamá, aunque no fuera el plan,
por tu ternura que me hizo soñar.
Por todo el bien que me dejás,
por ser mi sol en la oscuridad…
hoy te canto, gracias por ser mamá.

¿ La Sabiduría se estanca ?

 

¿Será que la Sabiduría se Estanca?

Reflexiones desde la Caída de la Orden Jedi

La historia de Star Wars va más allá de sables de luz y batallas espaciales. En ella se esconden poderosas metáforas sobre el poder, la espiritualidad y el peligro de no cuestionar lo establecido. La caída de la Orden Jedi no fue solo el triunfo del lado oscuro, sino el colapso de una institución que, aunque bien intencionada, dejó de adaptarse al tiempo y a los sentimientos de quienes la conformaban.

Dogmas que ciegan

La Orden Jedi, en su afán de mantener el equilibrio, confundió el apego con el amor, y la emoción con la debilidad. Reprimieron lo natural y dejaron de escuchar. Lo mismo puede ocurrir con cualquier estructura —religiosa, política o social— cuando se aferra a reglas sin espacio para la empatía o la evolución.

Anakin y la represión emocional

¿Cómo esperar que un niño como Anakin suprimiera el dolor, el miedo o el deseo de proteger? 

En lugar de enseñarle a canalizar sus emociones, las ignoraron.

Esa desconexión emocional fue una de las raíces de su caída.

Qui-Gon Jinn: sabiduría flexible

A diferencia del Consejo, Qui-Gon entendía que la Fuerza hablaba también a través del presente, de las circunstancias y del corazón. No era un rebelde, era un sabio que no temía cuestionar.

Religión vs. espiritualidad: mi propia reflexión

Voy a la iglesia, sí, pero no me considero una persona religiosa. Jesús mismo rompió estructuras vacías para darle vida al amor, al servicio y a la compasión. ¿De qué sirve llenar templos si nuestros actos están vacíos de empatía?

Practicar, más que predicar

El mundo necesita menos fanatismo y más corazón. No se trata de renunciar a la fe, sino de vivirla con conciencia, adaptabilidad y humanidad.

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La sabiduría real no es estática. Se adapta, se cuestiona y se transforma. Tal como enseñó Qui-Gon Jinn, seguir un camino no implica cerrar los ojos a nuevas verdades. Tal como vivió Jesús, amar no se limita a los muros de una iglesia, sino a la forma en que tocamos la vida de otros cada día.

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Espero que este artículo resuene con tus lectores y les inspire a reflexionar sobre la importancia de cuestionar y adaptarse, tanto en la espiritualidad como en la vida cotidiana.