Avis la guardiana del refugio
Entre los habitantes más curiosos de este refugio natural está Avis un avestruz que observa con ojos grandes y atentos a cada visitante.
Aunque su imponente presencia puede causar algo de respeto, se dice que no muerde.
Sin embargo, cuando abre su boca varias veces seguidas, uno no puede evitar preguntarse qué es lo que realmente piensa.
¿Está saludando? ¿Está marcando su territorio? O quizás solo intenta refrescarse bajo el sol de Cobán. Lo cierto es que Avis se ha ganado su lugar como la anfitriona más singular del lugar.
A lo lejos, la silueta de la carretera se asoma entre los árboles, recordándome que la ciudad está cerca, pero lo suficientemente lejos como para sentirme en otro mundo.
Este lugar es perfecto para quienes buscan desconectarse sin perder la comodidad.
Puedes simplemente sentarte en el porche y la hamaca, dejar que la brisa juegue con tu cabello y escuchar la sinfonía de la naturaleza.
Las noches aquí son tranquilas y los gansos son la perfecta alarma que puede haber en el lugar. Hoy no hay luna está nublado, ayer llovió y el murmullo del río acompañando pensamientos y sueños.
Un refugio para el cuerpo y la mente, un respiro para el alma.
Si alguna vez buscas un escape en Cobán, lejos del ruido pero cerca de la belleza natural, este pequeño Airbnb es una joya que vale la pena descubrir.
Y si eres fan de los animalitos Avis te encantará y toda la manada del lugar .
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