CAPITULO 3- LA CASA DE LA LAGUNA
Narrador: La Casa de La Laguna quedaba relativamente cerca
de la capital, a una hora, pero estaba escondidas entre las montañas una
hermosa laguna de color verde azulado, que al mirarla te daba una sensación de
paz y tranquilidad.
Pablo Alberto llego, hablo con el guardián y le pregunto
donde estaba su amigo Marco Antonio, el Guardian le comento que no dormía en la
casa principal y que hace varios días había instalado una casa de campaña a la
orilla de la Laguna y solo se la pasaba en el muelle viendo la laguna.
¿Pablo Alberto preocupado le pregunto y está comiendo?
El Guardian le dijo si, mi señora le cocina todos los días,
y el feliz se come lo que ella le da.
Pablo Alberto le dijo: Mire, acá están mis maletas,
prepáreme un cuarto por favor, y para la cena que hagan comida para los dos,
Narrador: le agradeció y se dirigió al muelle para
conversar con su amigo.
Pero al llegar al muelle no lo encontró, busco en la carpa
y tampoco estaba, y hasta busco en los baños.
Nuevamente se dirigió a ver al guardián de la casa y le
pregunto mire Mario Antonio, no está, ¿dónde se metió este patojo?
El guardián preocupado se fue a ver y no estaba, reviso y
vio que unos de los kayaks no estaban y le dijo, anda remando no se preocupe ya
vendrá.
¿Qué susto me dio, bueno y cuando se va a remar cuanto
tarda?
Como una hora, le respondió el guardián.
Bueno esperaré. Le dijo el. No me voy a ir hasta no haber
hablado con él.
Narrador: Bueno la espera valió la pena y después de una
larga espera de dos horas- así es dos horas, por fin llego Marco Antonio.
Marco Antonio, acercándose a su amigo, sonrió y feliz
grito, hola, me alegra verte, ¡y grito más fuerte Ya Esta! ¡Ya Esta!
Pablo Alberto le dijo: Mal amigo que sos vos, me tenias
preocupado, y mira hasta donde te vine a buscar y todavía me haces esperar vos,
que mala onda. ¿Y que esta?
Marco Antonio le dijo: Ya lo tengo. Vos necesitaba alejarme
para terminar la historia de Shelly y Babas, y eso es lo que ya tengo el final.
Yo no te mande a que vinieras- se rio- y le dijo gracias
por venir sos un buen amigo.
Pablo Alberto le dijo, bueno que bueno que no vine por
gusto, ahora contame.
Marco Antonio hablo con vos firme y seria, primero le
diremos a Jaime – así se llamaba el Guardian- que nos haga una fogata y nos
traiga comida porque esta historia necesita una fogata.
Pablo Alberto le replico: a la man! todavía me vas hacer
esperar
Marco Antonio le dijo ala voz no seas chichón. – y se rio a
carcajadas.