jueves, 20 de noviembre de 2025

El superpoder silencioso de la gente buena (y su lado oscuro)




 (…siendo una buena persona) 😜🤣**

Hay personas que tienen un don tan especial que ni ellas mismas lo saben:

la capacidad de ser indispensables… y aun así pasar desapercibidas.


Son los que están siempre.

Los que llegan antes, se van después.

Los que nunca dicen que no.

Los que acompañan, escuchan, cargan, sostienen y rescatan.

Un Wi-Fi emocional de excelente calidad: siempre disponible y casi nunca agradecido. 🌙


Y ahí está la ironía de todo:

cuando te vuelves constante, fiel, presente… la gente empieza a creer que es tu obligación.


Tu cariño se vuelve paisaje.

Tu apoyo se convierte en “lo normal”.

Y tu presencia pasa a categoría de “mueble estable en la vida de los demás”.


¿A quién le agradecen una mesa?

Exacto.


**La receta para volverte invisible es simple:

Sé buena persona. Mucho. Todo el tiempo.**


Da más de lo que puedes.

Contesta rápido.

Di que sí aunque estés cansado.

Pospón tus planes.

Sé el héroe sin capa, sin sueldo y sin descanso.

Y verás: desapareces sin hacer magia.


Porque cuando siempre estás, dejas de ser sorpresa…

y te conviertes en rutina.


La parte graciosa (y triste) del cuento

Cuando por fin te cansas, cuando decides tomar aire, cuando por un día dices:

“Hoy no puedo”…

la gente entra en crisis existencial:


“¿Qué le pasó?”

“¡Pero si él siempre está!”

“Seguro está ayudando a alguien más…”


Y entonces llega la frase clásica, digna de premio al cinismo emocional:

“Perdón… no te valoré en su momento.” 🎊

No, corazón: no lo hiciste ni en su momento, ni en el mío.


El mundo hoy funciona así

Si eres frío, te respetan.

Si eres distante, te admiran.

Si eres ocupado, te buscan.

Pero si eres buena persona, atenta, disponible y empática…

te ponen de felpudo.


Y todavía dicen que la humanidad está evolucionando.

Bueno, sí.

Evoluciona… como los cangrejos, para atrás. 😜


Para ti, que te sientes invisible

Si hoy sientes que nadie nota tu esfuerzo, tu presencia o tu corazón enorme, respira.

No estás invisible.

Simplemente brillas demasiado para ojos que solo ven lo superficial.


Y recuerda:

La gente que te merece,

te ve.

Te agradece.

Y también se queda.


Para cerrar… una pregunta necesaria

¿Te ha pasado que te conviertes en “demasiado disponible”?

Te leo en los comentarios. ✍✨

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