miércoles, 4 de diciembre de 2024

El Plátano Verde y los Ojos que lo Miran

 


La vida nos habla en detalles pequeños, y a veces un simple plátano verde puede ser un espejo de cómo vemos el mundo y a nosotros mismos.

En Nicaragua, mi tierra natal, el plátano verde es un festín. Lo miramos con amor y creatividad, imaginando tostones crujientes, plataninas deliciosas, o su sabor cálido al ser cocido o asado.

Pero aquí, en Guatemala, he notado que el plátano verde pasa desapercibido. La mayoría espera a que madure, a que se transforme en algo dulce, en algo “más deseable”. Mientras tanto, nadie lo quiere, solo lo miran sin interés. Pero sabemos que cada cultura es diferente.

Me quedé pensando en cómo algo tan sencillo puede reflejar una verdad tan humana: ¿Cuántas veces pasamos desapercibidos o somos rechazados porque no estamos “en nuestro punto perfecto”? ¿Cuántas veces nos juzgan —o nos juzgamos— por no ser lo que otros esperan?


El Valor de lo Verde. El plátano verde me recuerda que hay belleza en cada etapa. No necesita ser dulce para ser valioso. En su estado firme y verde, ofrece un sinfín de posibilidades. Pero eso depende de quién lo mire, y de quién sepa ver su potencial. Tal vez se necesita un ojo que no busque lo obvio, sino lo que puede ser. Y entonces me pregunto: ¿Cuántas cosas valiosas dejamos de apreciar porque no se ven “listas” o “perfectas” a simple vista?


En Nicaragua, el plátano verde no necesita justificar su existencia. Es parte de nuestra cultura, de nuestras mesas, y tiene un lugar especial en nuestras vidas. Pero aquí, al verlo ignorado, me pregunto: ¿Cuántas veces hemos sido como ese plátano verde, esperando ser vistos, esperando ser valorados por lo que ya somos?


La Magia de Ver lo que Otros no Ven. Para mí, cada plátano verde es una promesa. Al verlo, ya puedo imaginar las manos ocupadas cortando rodajas finas para las plataninas, o el aroma del plátano cocido llenando la cocina. Lo que para otros es “no listo” o “no útil” para mí es creatividad, tradición y alegría. Y esta lección del plátano verde me lleva a una reflexión más amplia: la importancia de mirar más allá de las apariencias, de encontrar el valor en lo que otros ignoran.

Tal vez en nuestra vida somos a veces el plátano verde para alguien. Y tal vez otras veces somos los que no sabemos ver el potencial en lo que tenemos enfrente. En ambos casos, hay un aprendizaje profundo: valorar a los demás y valorarnos a nosotros mismos, en cualquier etapa en la que estemos.


Un Festín en Cada Etapa. Al final, todo es cuestión de perspectiva. Lo que para unos es indiferencia, para otros es un festín. Esa es la magia de la diversidad de miradas, de las culturas, de las personas. Y tal vez, si miráramos la vida con los ojos de quien aprecia el plátano verde, podríamos encontrar más alegría y posibilidades en cada momento, incluso en esos que parecen incompletos o poco valorados.


Así que, la próxima vez que vea un plátano verde, lo miraré con gratitud. Porque me recuerda que todo tiene su tiempo y su belleza, incluso cuando no somos lo que el mundo espera de nosotros.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Making Decisions from Peace, Not Fear

There are moments in life when the heart feels like a battlefield. Fear disguises itself as intuition, doubt masks as prudence, and the past...