Hoy quiero compartir un mensaje que tocó profundamente mi corazón al regresar a un lugar que, durante años, fue mi refugio y fortaleza: la iglesia. En medio de cantos, escrituras y palabras de consuelo, mi mente fue llevada a un principio que siempre resonó conmigo, un principio que forma parte de nuestro Artículo de Fe #13:
"Si hay algo virtuoso, o bello, o de buena reputación, o digno de alabanza, a esto aspiramos."
Qué poderosa es esta frase. Nos invita no solo a creer, sino a vivir una vida que aspire a lo mejor, a lo noble, a lo que edifica y llena de luz. Es una declaración de fe que no se limita a palabras, sino que nos llama a actuar, a buscar lo bueno y a reflejarlo en nuestro caminar diario.
La Vida, las Pruebas y el Anhelo de Virtud
En mi propia vida, al igual que en la de muchos de ustedes, he enfrentado tormentas que intentaron apagar mi luz. Hubo momentos de tristeza, de lucha y de oscuridad. Enfrenté el dolor de un matrimonio lleno de maltrato, y en esos días oscuros, la esperanza parecía un sueño lejano. Pero incluso en medio de esas pruebas, había una voz que susurraba: "Aspira a lo virtuoso, a lo bello."
A veces, las circunstancias de la vida pueden hacernos olvidar el llamado a buscar lo bueno. Podemos sentirnos atrapados por el peso de nuestras heridas o cegados por la desesperanza. Sin embargo, este principio nos recuerda que siempre hay algo más grande, algo mejor, algo digno de nuestra atención y esfuerzo. Aún en nuestras caídas, podemos elegir levantarnos y aspirar a la virtud.
El Amor de Dios: Fuente de Esperanza
Hermanos, el amor de nuestro Padre Celestial no es indiferente a nuestras pruebas. Él conoce cada lágrima, cada lucha, cada carga que llevamos. Pero también sabe de nuestra capacidad para aspirar a lo mejor, para tomar las cenizas de nuestras pruebas y convertirlas en algo hermoso. Él no nos deja solos. Nos da Su Hijo como ejemplo perfecto, y a través de Él, nos muestra que incluso en los momentos más oscuros, podemos encontrar luz.
El Artículo de Fe #13 no es solo una invitación a la virtud; es una promesa. Nos dice que, al buscar lo virtuoso y lo bueno, encontraremos una vida más plena, más rica en amor y en esperanza.
Viviendo con Propósito
Cuando aspiramos a lo virtuoso, no solo transformamos nuestra propia vida, sino que nos convertimos en luz para los demás. En un mundo que a menudo se enfoca en lo negativo, en lo superficial o en lo pasajero, nuestra búsqueda de virtud puede ser un testimonio vivo de que hay algo más, algo eterno.
Esto no significa que seremos perfectos, pero sí significa que podemos caminar con propósito. Significa que, incluso en nuestras luchas, podemos elegir mirar hacia lo alto, hacia lo noble, hacia aquello que nos conecta con Dios y con Su amor infinito.
Un Llamado a Aspirar
Hermanos, les invito hoy a reflexionar: ¿a qué estamos aspirando en nuestra vida? ¿Estamos buscando lo virtuoso, lo bello, lo digno de alabanza? O tal vez, ¿estamos permitiendo que las pruebas y el ruido del mundo nos desvíen de ese llamado?
Dios nos ha dado la capacidad de elegir. Nos ha dado la oportunidad de encontrar belleza en los momentos más pequeños, virtud en los actos más sencillos, y esperanza en los días más oscuros. No importa cuán lejos nos sintamos de Su amor o cuán imperfectos creamos ser, siempre podemos volver a Él y decir: "Padre, hoy elijo aspirar a lo virtuoso."
Cerrando con Esperanza
Quiero terminar con estas palabras: no importa dónde estés en tu vida, siempre hay un nuevo comienzo. Siempre hay algo virtuoso, algo bello, algo digno de alabanza que nos espera. Abramos nuestros corazones, permitamos que Dios nos guíe, y caminemos con fe hacia lo mejor que Él tiene reservado para nosotros.
Porque si hay algo virtuoso, o bello, o digno de alabanza, a eso aspiramos. Y al hacerlo, encontramos propósito, paz y un amor que sobrepasa todo entendimiento.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario