Hoy desperté en un lunes extraño,
con el alma en pausa y sin calendario.
¿Es lunes? ¿Es sábado? ¡No sé qué pensar!
El tiempo se burla y me hace dudar.
El sol, perezoso, decide bostezar,
como si quisiera el día alargar.
El reloj se detiene, o eso parece,
¡este lunes se siente como un mes que envejece!
Las calles tranquilas, el aire en reposo,
¡todo tan lento, casi perezoso!
“¿Qué día es hoy?”, pregunta mi mente,
¡un lunes vestido de sábado, claramente!
Las horas se estiran como chicle al sol,
y yo las persigo con poco control.
Una taza de chocolate , otro más, ¡pierdo la cuenta!
Este día confuso mi energía intenta.
Pero al final, entre risas y enredos,
agradezco este lunes que rompe mis credos.
Porque aunque parezca un sábado en disfraz,
¡me regaló un momento para disfrutar en paz!
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