Un legado de Amor

Un Homenaje al Legado de Amor En Guatemala y Nicaragua, el 1 y 2 de noviembre se celebran el Día de Todos los Santos y el Día de los Muertos, días en los que la memoria se vuelve un puente entre el mundo terrenal y el espiritual. 

Estos días me recuerdan a mi papá, a mis abuelas, (mi abuela Tonita y Juanita)mis tíos abuelos mi tío Germán del circo Nacional de Nicaragua, Amigos (as) y conocidos que ya no están. Les recuerdo con mucho amor y cariño.

Estas fechas nos invitan a recordar y honrar a quienes se han ido, manteniendo viva su esencia en nuestros corazones.

Las familias se reúnen en los cementerios, llevando flores, preparando comidas típicas y compartiendo historias que celebran la vida de sus seres queridos.

Es un momento para rendir homenaje al legado de amor y enseñanzas que dejaron.

A través de estas tradiciones, aprendemos que la muerte no es un fin, sino una transformación, un paso hacia la eternidad donde los recuerdos se vuelven la llama que nunca se apaga.

Este es un tiempo de reflexión y de gratitud por las personas que han influido en nuestras vidas. Es un recordatorio de que, aunque su presencia física ya no esté, su luz sigue guiando nuestros pasos.

Hoy, sus voces resuenan en el viento y sus risas viven en los latidos de nuestro corazón. 

El Amor Más Allá del Tiempo En estos días de noviembre, cuando la tristeza se mezcla con la gratitud, recordamos que el amor trasciende el tiempo y la muerte. Nuestros abuelos, padres y seres queridos que partieron dejaron en nosotros semillas de amor, sabiduría y fortaleza.

Esas semillas crecen en cada decisión, en cada sonrisa y en cada acto de bondad que hacemos en su nombre. Es normal sentir la ausencia y que nos invada la melancolía, pero también es el momento de agradecer por haber compartido la vida con ellos. Sus historias siguen vivas en nosotros, sus voces resuenan en nuestra memoria, y sus enseñanzas se reflejan en quiénes somos hoy.

No hay adiós cuando el amor es eterno, solo un ‘hasta que nos volvamos a encontrar’.