Son las 5:19 de la mañana. Es Sábado, y un amigo que esta pasando dificultades me inspiro a escribir, y recorde las veces en que no me sentía bien , que veia pasar las nubes, quedarme ida viendo el techo y perderme en la nada.
Afuera todo parece en calma, pero adentro… el alma se mueve despacio, como si intentara encontrar su compás.
No siempre es fácil seguirle el ritmo a la vida. A veces amanece antes que uno, otras veces parece ir demasiado rápido. Pero hoy quiero hablarte de esos días en los que cuesta… y aun así sigues.
🕰️ Cuando el cuerpo está, pero el alma viene atrás
Hay momentos en los que el reloj suena y el cuerpo se levanta, pero el corazón sigue acostado. Te mueves, haces lo que tienes que hacer, respondes mensajes, sonríes… pero por dentro sientes que estás intentando bailar una melodía que no ensayaste.
Y no se trata de flojera ni de falta de ganas. Es simplemente el peso de todo lo que has vivido, lo que cargas, lo que callas.
💬 Cuando seguir adelante ya es un acto de valentía
Nadie ve la batalla interna. Nadie nota que levantarte hoy ya fue una victoria.
La vida no siempre avanza con la ligereza que quisiéramos. Hay días que se sienten eternos, momentos donde cuesta respirar, y silencios que duelen más que cualquier palabra.
Pero aun así, sigues. Aunque cansada. Aunque a destiempo. Aunque sin saber bien hacia dónde.
Eso, querida alma, también es avanzar.
🌱 Aprender a ser compasivos con nosotros mismos
Nos exigimos demasiado. Nos comparamos con personas que van a otro ritmo, en otra pista de baile, con otra historia.
Pero tú no tienes que bailar como los demás. Tienes derecho a tomarte tu tiempo.
No se trata de rendirse, se trata de respetarse.
“Hoy no corrí, pero caminé. Hoy no brilló mi sol, pero me abracé en la sombra. Hoy no fui la mejor versión de mí… pero fui.”
Y eso, en días como hoy, es suficiente.
🌤️ Aunque no sientas que vas ganando… si sigues, estás venciendo
El ritmo de la vida no es constante. Hay valses suaves, hay rock and roll, hay silencios.
Tal vez hoy estás en una pausa. Tal vez este sea un interludio para respirar, sanar o simplemente sentir.
Pero no te detuviste.
Estás aquí, leyendo, sintiendo, viviendo.
Y eso es más que suficiente.
Así que si hoy, como yo, te cuesta tomar el ritmo de la vida… respira.
No estás sola.
Estamos muchos intentando bailar como podemos.
Con pasos torpes, pero con el corazón firme.
Porque aún sin música… seguimos.
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