En la vida, todos enfrentamos el momento inevitable de despedirnos de quienes amamos.
El dolor que acompa帽a la muerte parece, a veces, insoportable.
Nos preguntamos: “Si Dios es todopoderoso, ¿por qu茅 permite que la muerte duela tanto?”
El presidente Russell M. Nelson, profeta y siervo del Se帽or, respondi贸 en un funeral a una hermana que le plante贸 esa misma pregunta.
脡l dijo que Dios podr铆a quitar el aguij贸n de la muerte, pero para hacerlo tendr铆a que quitar el amor de la vida.
Y pregunt贸: “¿Est谩s dispuesta a pagar ese precio?”
Ella contest贸 que no.
Esta respuesta encierra una verdad eterna: el dolor de la muerte existe porque antes existi贸 el amor.
馃摉 El Aguij贸n de la Muerte en la Biblia
El ap贸stol Pablo, con gran convicci贸n, ense帽贸:
“¿D贸nde est谩, oh muerte, tu aguij贸n? ¿D贸nde, oh sepulcro, tu victoria?”
(1 Corintios 15:55)
Cristo venci贸 la muerte mediante Su resurrecci贸n, y gracias a 脡l sabemos que la tumba no tiene la 煤ltima palabra. Aunque el duelo sea real y profundo, el evangelio nos ofrece consuelo: el dolor no es eterno, sino temporal, porque la vida contin煤a m谩s all谩 del velo.
El amor que sentimos por quienes parten es precisamente lo que convierte la p茅rdida en algo doloroso. No duele la muerte de un desconocido, duele la de quien amamos. El aguij贸n de la muerte es, en realidad, un testimonio de que fuimos capaces de amar y ser amados.
馃摉 El Libro de Morm贸n y la Esperanza en Cristo
El Libro de Morm贸n confirma y ampl铆a este principio eterno:
• “Cristo sufrir谩 la muerte para desatar las ligaduras de la muerte que atan a su pueblo.” (Alma 22:14)
• “La muerte es tragada en Cristo. 脡l es la luz y la vida del mundo; s铆, una luz que es infinita, que nunca se puede extinguir.”(Mos铆ah 16:8–9)
La muerte f铆sica lleg贸 por la ca铆da de Ad谩n, pero la resurrecci贸n lleg贸 por Jesucristo. Gracias a 脡l, todos seremos levantados un d铆a, con cuerpos glorificados, libres de dolor y de enfermedad.
As铆, el amor que sentimos no termina en el sepulcro. El dolor del duelo es solo un recordatorio de que hay algo eterno esper谩ndonos: la reuni贸n gloriosa con nuestros seres queridos.
馃摉 Palabras de los Profetas Modernos
Los profetas de nuestros d铆as han hablado con poder sobre esta realidad:
• El presidente Nelson ense帽贸 que el duelo es evidencia de que amamos profundamente. Si no doliera la muerte, significar铆a que nunca hubo amor.
• El 茅lder Jeffrey R. Holland expres贸: “Dios nos da el amor para que sepamos lo que significa perderlo, y nos da a Su Hijo para asegurarnos de que lo recuperaremos.”
• El 茅lder Dieter F. Uchtdorf dijo: “El dolor que sentimos ahora es el precio del amor que hemos disfrutado. Y el amor verdadero nunca se pierde.”
Estas ense帽anzas confirman que el plan de Dios es perfecto: nos permite sentir la dulzura del amor y, aunque el dolor de la muerte sea real, tambi茅n nos da la promesa de un reencuentro eterno.
馃尶 Reflexi贸n
El dolor ante la muerte no es un castigo, es la consecuencia natural de haber amado profundamente. Pero no se queda all铆: gracias al sacrificio y la resurrecci贸n de Jesucristo, ese dolor se transforma en esperanza, fe y confianza en la vida eterna.
Cuando lloramos a alguien que parte, estamos confirmando que nuestra vida estuvo llena de amor. Y al mismo tiempo, el evangelio nos recuerda que esa separaci贸n es solo temporal. Un d铆a, en la gloria del reino de Dios, volveremos a abrazar a quienes tanto extra帽amos.
As铆, el “aguij贸n de la muerte” se convierte en testimonio de que el amor nunca muere, porque en Cristo todo ser谩 restaurado.

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