El viento sopla y no te veo,
pero sé que estás… y te siento.
Eres mi fuente divina de inspiración,
melodía de amor,
canción y bendición.
Eres mi fuente de milagros,
pues cada día veo tu mano en mi vida.
Eres Uno, y yo soy uno contigo.
Soy parte de Ti.
A pesar de todo, sigues cuidándome,
y aunque a veces no me he sentido digna de tu amor,
me has demostrado que no es así…
que me amas,
que me sostienes,
que no me dejas
y que siempre, siempre,
has estado conmigo.
Gracias, Padre.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario