La Risa Es Salud

A veces, la vida nos presenta desafíos que parecen insuperables.

En mi caso, tras una operación que marcó un antes y un después en mi vida, decidí emprender un camino inesperado: la PayaEscuela de Fabrica de Sonrisas. Aunque estaba recién operada y apenas podía caminar, algo dentro de mí me impulsó a seguir adelante.

Fue así como comencé un viaje lleno de aprendizaje, risas y, sobre todo, apoyo.

Desde el primer día, los Doctores y compañeros (as) estuvieron a mi lado, ayudándome a dar cada paso, literal y metafóricamente. No fue fácil; me caí tres veces durante este proceso, y la última caída me dejó con un tobillo torcido. Esta experiencia me enseñó la importancia de la perseverancia, pero también de aceptar la ayuda de los demás.

En esos momentos difíciles, su apoyo me recordó que no estaba sola y que juntos podemos superar cualquier obstáculo.

Aunque no pude asistir al campamento debido a mi tobillo, ayer viví un momento que quedará grabado en mi corazón para siempre: mi graduación en la PayaEscuela.

Fue el cierre perfecto a un proceso lleno de retos, pero también de risas y amor. Mirando hacia atrás, sé que no lo logré sola; fueron esas personas maravillosas quienes hicieron posible que yo pudiera llegar hasta el final.

La risa, dicen, es salud, y puedo dar fe de ello. Es un lenguaje universal que sana, une y nos recuerda que la vida, a pesar de sus momentos oscuros, siempre tiene un lado luminoso.

Por eso, estoy profundamente agradecida con los Doctores, quienes no solo me enseñaron a reír, sino a encontrar fuerza en la adversidad.

Este logro no es solo mío; es el resultado de un esfuerzo colectivo, de manos que me levantaron cuando caí y corazones que compartieron conmigo su energía.

Hoy, más que nunca, estoy convencida de que la risa no solo transforma, sino que sana.

Así que, si algún día sientes que la vida te está poniendo a prueba, recuerda esto: no estás solo.

Rodéate de personas que te impulsen, que te saquen una sonrisa incluso en los momentos más difíciles. Porque, al final del día, las risas compartidas son las que realmente cuentan.