Ah, el jueves… ese día que no es ni chicha ni limonada.
No tiene el peso solemne del lunes, ni la carga de ‘ya casi’ del miércoles.
Pero tampoco goza de la gloria del viernes. Es como el amigo leal que siempre está ahí para el viernes, ¡sin pedir nada a cambio!”
“Imaginen esto: el miércoles es ese compañero serio del trabajo, que nunca sonríe, siempre con papeles en la mano diciendo: ‘Todavía falta’.
Y ahí está el jueves, viendo al viernes desde lejos, con una sonrisa de ‘aguanta, ya viene’. Pero claro, el viernes siempre se lleva todo el crédito.
¡Porque a todos nos encanta el viernes! Fiesta, descanso, planes, pizza…
El jueves solo recibe un tímido ‘Ya es jueves, falta poco’.”
“¿Y saben qué es lo bonito del jueves? Es que no se pone celoso.
Él sabe que su papel no es brillar. Él está ahí para preparar el terreno, para animarte mientras cruzas la recta final.
Es como ese amigo que nunca te deja caer, que te dice: ‘No importa lo difícil que haya sido la semana, yo te cuido hasta que llegue el viernes’.”
“Así que, amigos, celebremos al jueves.
Ese día que no es el protagonista, pero sin el cual nunca disfrutaríamos tanto del viernes.
Porque la vida, como los días de la semana, siempre necesita un amigo leal que esté ahí para sostenernos, aunque no se lleve los aplausos.
¡Gracias, jueves, por ser el amigo fiel del viernes!”
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