miércoles, 23 de octubre de 2024

Beisbol…. ( suspiro y recuerdos ) Supersticiones en el Béisbol

El béisbol, más que cualquier otro deporte, está envuelto en un manto de supersticiones y maldiciones que han marcado tanto a jugadores como a aficionados.

Desde maldiciones legendarias hasta rituales personales de los jugadores, las supersticiones han jugado un papel dramático en la mentalidad de aquellos involucrados en el juego.

Pero, ¿hasta qué punto pueden estas creencias influir en las personas y en los resultados del juego? 

El Poder de las Supersticiones

Las supersticiones no son exclusivas del béisbol, pero en este deporte han alcanzado un nivel casi mitológico. La creencia en maldiciones como la de Billy Goat, el Bambino o la del Coronel Sanders ha influido dramáticamente en la forma en que los aficionados experimentan el deporte.

La presión que generan estas maldiciones a menudo no solo afecta al público, sino que también pesa sobre los jugadores, quienes pueden sentir que están luchando contra algo más grande que sus oponentes.

Por ejemplo, durante los 86 años que los Red Sox estuvieron bajo la Maldición del Bambino, los aficionados vivieron cada temporada con un sentido de inevitabilidad, como si un destino cruel estuviera escrito para el equipo.

Cada error, cada derrota, se interpretaba como evidencia de que la maldición seguía activa . Esto creó una carga emocional no solo para los jugadores, sino también para generaciones de fanáticos que vieron sus esperanzas truncadas año tras año.

¿El Efecto Psicológico en los Jugadores?

No soy psicóloga , así que tuve que leer un poco, y hacerla de detective.

Las supersticiones también influyen directamente en el rendimiento de los jugadores. Muchos desarrollan rituales que, para ellos, aseguran un buen desempeño. Por ejemplo, algunos jugadores siguen estrictos hábitos de vestimenta o alimentación antes de los juegos, creyendo que cualquier alteración podría llevarlos al fracaso.

Wade Boggs, un famoso bateador, comía pollo antes de cada juego y practicaba rigurosamente a la misma hora . Aunque pueda parecer irracional, estas rutinas ofrecen a los jugadores un sentido de control en un deporte donde la incertidumbre está siempre presente.

Sin embargo, cuando las supersticiones fallan, el impacto emocional puede ser devastador. Los jugadores que se sienten atrapados en una maldición o que creen que han roto algún tipo de ritual sagrado pueden caer en una espiral de autodesconfianza, afectando su rendimiento en el campo.

En algunos casos, la presión de los aficionados y los medios amplifica estas sensaciones, llevándolos a crisis de confianza. 

¿ La Creencia Colectiva y la Presión Social?

En muchos casos, las supersticiones en el béisbol trascienden lo individual y se convierten en un fenómeno colectivo. Un ejemplo claro es el caso de los Chicago Cubs y la Maldición de Billy Goat. Los aficionados de los Cubs, durante décadas, crearon una identidad alrededor de la maldición.

Ser “eternamente maldecidos” se volvió una parte integral de la cultura del equipo.

Esta narrativa impactó la forma en que los aficionados veían cada derrota, aceptándola como parte de un destino inevitable, lo que a su vez generaba una presión enorme sobre el equipo. 

En el caso de los Hanshin Tigers y la Maldición del Coronel Sanders en Japón, la superstición también tuvo un impacto colectivo. Tras lanzar una estatua de Coronel Sanders a un río en 1985, los aficionados comenzaron a ver cada derrota como una consecuencia de ese acto. La cultura de los Tigers se impregnó con la noción de la “maldición”, llevando a los seguidores a buscar continuamente formas de revertirla.

El Efecto Terapéutico de Romper una Maldición Cuando una maldición se rompe, como sucedió con los Cubs en 2016 o con los Red Sox en 2004, el alivio colectivo es palpable. Para muchos aficionados, estas victorias no son solo triunfos deportivos, sino la liberación de décadas de frustración y angustia.

Las celebraciones que siguieron a la victoria de los Cubs en 2016 fueron un testimonio del peso emocional que una maldición puede tener en una comunidad entera.

Este tipo de catarsis no solo afecta a los aficionados, sino también a los jugadores.

Romper una maldición puede revitalizar la moral del equipo y darle un nuevo sentido de confianza. Después de 2016, los Cubs pasaron de ser un equipo conocido por su mala suerte a uno con una base sólida para el éxito futuro.

Las supersticiones en el béisbol son un reflejo de la naturaleza humana: buscamos explicaciones para lo inexplicable y formas de controlar lo incontrolable.

Sin embargo, la línea entre lo simbólico y lo real a veces se desdibuja, afectando profundamente la experiencia tanto de jugadores como de aficionados.

Al final, el poder de una superstición radica en la creencia que se le otorga, y esa creencia puede influir dramáticamente en el comportamiento y las emociones de quienes la sostienen.

¿Coincidencia? ¿Destino? ¿Casualidades? ¿Que piensas tú ?

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