Me contaron una historia que me pareció interesante explicar en un cuento o en un poema, un amor no correspondido, un amor platónico que se quedará en el olvido.
En los jardines de lo imposible, florece un amor Que, como el viento errante, no se deja atrapar.
Es un fuego fatuo en la noche, un reflejo en el mar,
Siempre presente, pero nunca accesible.
Es el eco en un cañón desierto, la sombra de un sueño,
Un sol de medianoche que nunca da su calor. Como un río sin cauce, fluye sin dirección,
Un fantasma que ronda el umbral de mi corazón. Sus labios son promesas nunca pronunciadas,
Un enigma encerrado en un cristal roto.
Sus ojos, dos estrellas en un cielo oscuro,
Que guían pero nunca permiten acercarse.
Es un jardín secreto, lleno de rosas sin espinas, Pero cercado por muros de acero y silencio.
Es la melodía de un arpa sin cuerdas,
Una danza sin ritmo, una rima sin versos.
Te amo como al amanecer que nunca llega,
Como a la luna en su fase oculta.
Eres el fénix que renace en mi pecho,
Pero tus alas me queman cada vez que intento volar.
Es un amor tejido con hilos de ilusión,
Bordado en un lienzo de esperanza y dolor.
Y aunque sé que nunca serás mío,
Seguiré amándote, en esta eterna contradicción. -
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