domingo, 21 de julio de 2024

La Humanidad en la Medicina: Reflexiones sobre la Práctica Médica y la Mala Praxis

La medicina, una de las profesiones más nobles, tiene el poder de salvar vidas y aliviar el sufrimiento. Sin embargo, como en cualquier otra profesión, existen fallas y errores humanos que pueden tener consecuencias devastadoras.

Quiero compartir una experiencia personal que, lamentablemente, no es aislada.

Mi padre en mi país natal fue mal diagnosticado a raíz de su mal diagnóstico su enfermedad se aceleró y el murió , esto pasó hace ya aproximadamente 5 años. Fui víctima de mala praxis médica, el cual esto me ha llevado a tener tres (3) intervenciones quirúrgicas y un querido amigo perdió a su padre por la misma razón.

Y podemos ver casos documentados, investigados en las noticias. Así como los casos que nunca salen a la luz y el silencio enluta y deja un sabor amargo en cada familia que ha experimentado esto.

Estas experiencias nos han marcado profundamente y nos llevan a reflexionar sobre la importancia de la ética y la humanidad en la práctica médica.

En primer lugar, quiero dejar claro que este artículo no es un ataque contra los médicos en general. Reconozco y valoro profundamente a aquellos profesionales de la salud que trabajan incansablemente con ética y compasión, poniendo el bienestar de sus pacientes por encima de todo.

Su dedicación y sacrificio son invaluables. Sin embargo, también es necesario hablar sobre aquellos que, por diversas razones, no cumplen con los estándares éticos que la medicina exige.

La mala praxis médica puede tener muchas formas: diagnósticos erróneos, procedimientos innecesarios, negligencia y, en casos extremos, la pérdida de vidas. 

Estos errores no solo afectan físicamente a los pacientes, sino que también dejan cicatrices emocionales profundas en ellos y en sus seres queridos.

Como seres humanos, ¿no merecemos todos ser tratados con la dignidad y el respeto que nuestra condición humana exige?

La medicina es, en su esencia, un acto de humanidad. Los pacientes no son simplemente números o casos clínicos; son personas con historias, emociones y esperanzas.

La relación médico-paciente debe basarse en la confianza y el respeto mutuo.

Los médicos tienen la responsabilidad de escuchar a sus pacientes, de comprender sus miedos y preocupaciones, y de actuar siempre en su mejor interés. 

Voy a cumplir un mes que me intervinieron quirúrgicamente, el cirujano y su equipo me trataron con humanidad, se preocuparon por mi hasta lo más mínimo y estoy muy agradecida por eso.

Es fundamental que se promueva una cultura de reflexión y aprendizaje continuo en el campo de la medicina.

Los errores deben ser reconocidos y analizados, no para buscar culpables, sino para prevenir que se repitan.

La transparencia y la comunicación abierta son claves para mejorar la calidad de la atención médica y para restaurar la confianza de los pacientes. Además, es esencial que se fomente una mayor empatía en la formación de los futuros médicos.

La competencia técnica es vital, pero debe ir de la mano con una profunda comprensión de la condición humana. Los médicos deben ser formados no solo para curar enfermedades, sino también para acompañar a sus pacientes en sus momentos más vulnerables, ofreciendo no solo su conocimiento, sino también su apoyo emocional.

En conclusión, este artículo es un llamado a la reflexión y a la conciencia médica. 

A todos los profesionales de la salud, les pido que recuerden siempre la razón por la que eligieron esta noble profesión: para ayudar y sanar a otros seres humanos.

A la sociedad en general, les invito a ser conscientes de la importancia de exigir y apoyar una práctica médica ética y humanitaria.

Todos merecemos ser tratados con dignidad y respeto. Como pacientes, confiamos nuestras vidas en manos de los médicos, y es justo esperar que esa confianza sea honrada con el mayor compromiso y humanidad posible. 

Gracias por seguir leyendo este blog, Bendiciones 




Nunca Más: Aprender del Pasado para Proteger el Futuro

Hoy decidí escribir acerca de un tema muy delicado y susceptible, ya que en cualquier lugar que quieres investigar por internet acerca de los nazis o las atrocidades que se han llevado a cabo, te dejan una advertencia.

Este tema es para reflexionar sobre uno de los capítulos más oscuros de la historia humana, con el propósito de asegurar que nunca se repita y bueno no tengo una varita mágica , pero creo que cada uno de los que me lee puede hacer la diferencia.

La serie japonesa que he tenido la oportunidad de ver, nos sumerge en las horribles atrocidades cometidas por el Escuadrón 731 durante la Segunda Guerra Mundial, una unidad del ejército japonés que llevó a cabo experimentos inhumanos con seres humanos. Estas acciones, aunque son difíciles de comprender y aceptar, son una parte integral de nuestra historia que no debe ser olvidada.

De manera similar, la humanidad ha sido testigo de las terribles crueldades infligidas por el régimen nazi contra el pueblo judío y otras minorías.

El Holocausto representa una de las mayores tragedias de la historia, una época en la que la crueldad humana alcanzó niveles inimaginables. Estas historias, por dolorosas que sean, deben ser contadas y recordadas. No para perpetuar el odio, sino para educar y concienciar a las futuras generaciones sobre los peligros de la deshumanización y la indiferencia.

Al recordar estos eventos, no busco herir sensibilidades, sino apelar a nuestra humanidad compartida.

Debemos reconocer que cada vida humana es valiosa y que todos merecemos vivir en un mundo libre de odio y violencia.

Recordar estos eventos no es un ejercicio de rencor, sino un compromiso con la justicia y la dignidad humana.

Nuestro mundo enfrenta muchos desafíos, y en ocasiones, puede parecer que la historia se repite. Sin embargo, tenemos el poder de cambiar el curso de los acontecimientos.

Cada uno de nosotros puede aportar un granito de arena para construir un futuro más justo y compasivo.

Debemos educar a nuestros hijos y a nuestros jóvenes sobre la importancia del respeto y la tolerancia.

Debemos levantar nuestras voces contra la injusticia y defender los derechos de todos los seres humanos, sin importar su origen, religión o creencias.

No podemos cambiar el pasado, pero podemos aprender de él.

Podemos honrar la memoria de las víctimas asegurándonos de que sus historias no se olviden y que sus sufrimientos no hayan sido en vano.

Podemos trabajar juntos para crear un mundo donde la dignidad humana sea respetada y donde todos puedan vivir en paz y seguridad.

Hoy, les invito a reflexionar sobre nuestro papel en la construcción de un futuro mejor.

Recordemos con dolor, pero también con esperanza, y comprometámonos a ser los guardianes de la humanidad que necesitamos.

Gracias por leer, bendiciones.



jueves, 18 de julio de 2024

El Sentimiento de Ser una Humana Reparada

La experiencia de pasar por múltiples cirugías puede dejar una marca profunda, no solo en el cuerpo, sino también en el alma.

Este es mi relato, el de una humana reparada, que ha visto su cuerpo invadido y modificado en un intento de restaurar lo que la naturaleza y el destino quebraron.   (Llámelos así porque realmente fueron médicos lo que no hicieron bien su trabajo lastimosamente) 

En mi primera operación, me quitaron el apéndice, un órgano que aunque pequeño, formaba parte de mi integridad física. Luego, en la segunda intervención, me arrebataron la matriz y los ovarios, aquellas partes que simbolizaban mi capacidad de crear vida, dejando un vacío no solo físico, sino también emocional.

Esta pérdida fue una invasión a mi esencia, una alteración de lo que solía ser mi identidad femenina.Sin embargo, el calvario no terminó allí. 

La segunda operación dejó secuelas, errores que tuvieron que ser corregidos en una tercera intervención. Esta vez, además de reparar los daños anteriores, me encontraron con tres hernias que fueron selladas con mallas.

Estas mallas, ajenas a mi biología, fueron insertadas para mantener unido lo que el dolor y la fragilidad habían separado. Me siento como una humana reparada, una entidad compuesta de piezas que ya no son del todo mías.

Las partes de mi cuerpo que me definían fueron removidas, y en su lugar, ahora residen estas mallas, estructuras extrañas que aunque necesarias, me hacen sentir distante de mi propia humanidad. Es como si mi cuerpo fuera un lienzo que ha sido retocado una y otra vez, con parches y remiendos que cuentan la historia de una batalla constante por la supervivencia.

Este sentimiento de invasión, de ser una obra de reparación médica, es difícil de describir. Me miro en el espejo y veo una persona que ha sido modificada, un cuerpo que ha sido intervenido para seguir funcionando, pero que lleva consigo las cicatrices y las marcas de una lucha que va más allá de lo físico.

Cada cicatriz es un recordatorio de lo que he perdido y de lo que he ganado, un símbolo de resiliencia, pero también de vulnerabilidad. No obstante, a pesar de sentirme como una humana reparada, hay una fortaleza que surge de esta experiencia.

He aprendido a apreciar la fragilidad de la vida y la increíble capacidad del cuerpo para sanar y adaptarse. Aunque partes de mí han sido removidas y sustituidas, mi esencia, mi espíritu, sigue intacto.

Soy más que las partes que me componen; soy una humana que ha enfrentado la adversidad y ha salido adelante. Pero no quiero dejar a Dios, el Universo, el Creador de un lado, porque sin su misericordia no estaría acá escribiendo de esto. El me ha sostenido en cada momento de mi vida, y he visto su mano ahí junto a mi. 

El dolor, a veces no nos deja ver en 4ta. Dimensión como decía el Doc de volver al Futuro ( Back to the Future).

Es esta mezcla de vulnerabilidad y fortaleza la que me define ahora.

Ser una humana reparada no me hace menos humana, sino quizás, más consciente de la maravilla y la fragilidad de la existencia.

Cada día que vivo es una victoria, un testimonio de la capacidad de Sanación y de la inquebrantable voluntad de seguir adelante, a pesar de las cicatrices y los remiendos que llevo dentro.



miércoles, 17 de julio de 2024

El Valor de la Salud: Un Discurso de Esperanza y Fe

Hoy quiero hablarles sobre algo que todos poseemos, pero que a menudo damos por sentado: nuestra salud. 

La salud es el pilar fundamental sobre el cual construimos nuestras vidas. Es el tesoro más valioso que tenemos, porque sin ella, nuestras aspiraciones, sueños y deseos se vuelven inalcanzables.

Cuando gozamos de buena salud, el mundo entero parece estar a nuestro alcance. Podemos trabajar, estudiar, amar, y disfrutar de cada momento con una energía y vitalidad que nos impulsa hacia adelante.

La salud nos permite experimentar la belleza de la vida en todas sus formas, desde una simple caminata por el parque hasta las risas compartidas con amigos y familiares.

Sin embargo, es cuando enfrentamos desafíos de salud que realmente comprendemos su verdadero valor.

La pérdida de la salud puede ser un golpe devastador, que nos hace reevaluar nuestras prioridades y apreciar lo que antes dábamos por sentado. Es en esos momentos de vulnerabilidad y lucha, cuando nos damos cuenta de lo afortunados que éramos al tener un cuerpo y una mente sanos.

Pero incluso en los momentos más oscuros, hay esperanza.

La fe en nuestra capacidad de sanar y la fortaleza interna que todos poseemos nos pueden guiar a través de los desafíos más difíciles.

La rehabilitación, aunque dolorosa y frustrante, es un camino hacia la recuperación y la renovación. Cada pequeño avance es una victoria, y cada día que enfrentamos con coraje nos acerca más a la recuperación.

Es fundamental recordar que no estamos solos en este viaje. El amor y el apoyo de nuestros seres queridos, junto con la dedicación de los profesionales de la salud, son fuerzas poderosas que nos sostienen y nos ayudan a seguir adelante.

La fe en nosotros mismos y en nuestras capacidades, así como la confianza en el proceso de sanación, son esenciales para superar los obstáculos.

Así que hoy, les invito a reflexionar sobre el valor de la salud. Apreciemos cada día de bienestar y cuidemos de nuestros cuerpos y mentes con la misma devoción con la que cuidamos de nuestros seres queridos.

Porque en la salud, encontramos la libertad de vivir plenamente y de perseguir nuestros sueños con toda la fuerza de nuestro ser.

Y para aquellos que están- y me incluyo -en el camino de la recuperación, sepan que hay luz al final del túnel. Mantengan la esperanza viva y confíen en que cada esfuerzo, cada pequeño paso hacia adelante, es un paso más hacia una vida plena y saludable.

La salud puede ser frágil, pero nuestra determinación y espíritu son inquebrantables. Con fe y esperanza, superaremos cualquier desafío que se nos presente. 

Porque al final del día, la salud no es solo la ausencia de enfermedad, sino la presencia de fuerza, amor y resiliencia en nuestras vidas. 

Muchas gracias y muchas bendiciones.



martes, 16 de julio de 2024

La rehabilitación no son vacaciones

Siempre estaba haciendo la broma que estar enferma es como estar de vacaciones y me reía de esto, pero a medida que fue pasando el tiempo, me di cuenta que no tiene nada de gracioso y que hay una gran diferencia, muy abismal entre estar de vacaciones y estar en rehabilitación.

Batalló contra la enfermedad y la salud mental, para no decaer porque no solo es el hecho que tu cuerpo se sienta mal , también es el espíritu que decae, pero eso lo contaré en otro escrito .

La rehabilitación y las vacaciones pueden parecer similares en el sentido de que ambas implican tiempo fuera de la rutina diaria, pero en realidad son mundos completamente diferentes.

Las vacaciones son un respiro voluntario, un escape a lugares nuevos y emocionantes donde la relajación y la aventura son las protagonistas.                   Es un tiempo para recargar energías, explorar y disfrutar sin preocupaciones.

Por otro lado, la rehabilitación postoperatoria es una pausa impuesta por la necesidad de sanar, donde el cuerpo y la mente están en una constante batalla para recuperar la salud. 

En lugar de playas soleadas o montañas majestuosas, el paisaje de la rehabilitación es una cama o un sofá, y las actividades principales son ejercicios de fisioterapia y medicamentos.

Las vacaciones traen alegría y libertad, mientras que la rehabilitación, aunque dolorosa y frustrante, trae consigo la esperanza de una nueva vida mejorada. 

La rehabilitación trae muchas lágrimas y dolor.

Mientras las vacaciones son un regalo para el alma, la rehabilitación es un trabajo arduo para el cuerpo, ambos necesarios en su propio tiempo y espacio.



lunes, 15 de julio de 2024

La Última Película de Ultraman en Netflix: Una Reflexión Sobre el Valor de la Familia

Cuando me dispuse a ver la última película de Ultraman en Netflix, lo hice con la expectativa de disfrutar de una emocionante película de acción.

Como fanática del género, esperaba escenas llenas de adrenalina, combates épicos y efectos especiales impresionantes. Sin embargo, a medida que la trama se fue desenvolviendo, me encontré con algo completamente diferente y profundamente conmovedor.

Al principio, la película me pareció lenta. Me costó adaptarme a un ritmo que no correspondía con mis expectativas iniciales. Pero, a medida que los personajes se desarrollaban y las relaciones se exploraban con más profundidad, comencé a comprender el verdadero significado de la historia.

No se trataba simplemente de la lucha entre el bien y el mal, sino de algo mucho más esencial: la importancia de la familia.

La narrativa de la película me llevó a reflexionar sobre mi propia vida y mi relación con mi padre. Recordé el poco tiempo que compartí con él, un tiempo que, aunque breve, dejó una huella imborrable en mi corazón.Mi padre era un hombre bondadoso y servicial ; yo me perdí más de 20 años sin verle, los recuerdos que tengo de mi juventud y su amabilidad permanecen vivos en mi memoria.

A menudo, como jóvenes, no valoramos lo suficiente las palabras y enseñanzas de nuestros padres. Estamos demasiado ocupados con nuestras propias vidas, persiguiendo sueños y enfrentando desafíos.

Sin embargo, al envejecer, empezamos a darnos cuenta de que aquellas palabras eran, en realidad, oro puro. Los consejos y la sabiduría que compartieron con nosotros, aunque quizás no siempre entendidos en su momento, se revelan como verdades fundamentales con el paso del tiempo.

La película de Ultraman me recordó que, a diferencia de las historias de ciencia ficción como "Volver al Futuro", no podemos regresar el tiempo.

No podemos volver a aquellos momentos que dejamos escapar. Lo único que podemos hacer es seguir adelante, llevando en nuestro corazón las lecciones y el amor que recibimos de nuestras familias.

Esta película me enseñó que la verdadera esencia de la vida no se encuentra en las batallas épicas o en los momentos de gloria, sino en los vínculos que compartimos con nuestros seres queridos.

La familia es nuestro ancla, nuestro refugio en tiempos de tormenta y nuestra fuente de alegría en momentos de paz. Es el amor de la familia lo que debemos atesorar y valorar, más allá de cualquier otra cosa.

Quiero concluir con lo siguiente la última película de Ultraman en Netflix es más que una simple película de acción. Es una reflexión profunda sobre el valor de la familia y la importancia de apreciar y recordar las palabras y enseñanzas de nuestros padres.

Aunque no podemos regresar el tiempo, podemos llevar sus enseñanzas con nosotros y honrar su memoria en cada paso que damos.

Porque al final del día, lo que realmente importa es el amor que compartimos y las lecciones que aprendemos de aquellos que nos aman.

Muchas gracias por seguir leyendo este blog, bendiciones 




Miedo a enamorarse : Tranquilizando el corazón

No me considero una gurú del amor o pretendo ser una psicoanalista de este tema. Pero hablaré de este tema y de mi propia experiencia personal, lo que he aprendido y lo que yo creo a mi parecer es una ayuda en estas situaciones, también me he dejado influenciar un poco de Louise Hay y Wayne Dyer. Y a la vez es un aprendizaje para mi en el proceso mientras investigue y escribí del tema.

El amor es una de las emociones más poderosas y transformadoras que podemos experimentar. Sin embargo, enamorarse también puede ser aterrador, y porque aterrador porque así lo he sentido yo, especialmente cuando existe el miedo de que nuestro corazón pueda ser roto.

Si te encuentras en esta situación, es importante recordar que los sentimientos que estás experimentando son completamente normales y parte del viaje humano.

Aquí hay algunas reflexiones para tranquilizar el corazón mientras navegas por las aguas del amor:

1. Acepta tus sentimientos : Es crucial reconocer y aceptar lo que sientes. El amor puede traer consigo una mezcla de emociones: alegría, esperanza, vulnerabilidad y, a veces, miedo. Aceptar tus sentimientos sin juzgarlos te permitirá comprender mejor tus propias emociones y cómo manejarlas.

2. Vive el presente : A menudo, el miedo a que nuestro corazón sea roto proviene de preocupaciones sobre el futuro. En lugar de enfocarte en lo que podría suceder, trata de disfrutar del momento presente. Vive cada momento de amor y conexión plenamente, sin dejar que el miedo a lo desconocido te impida disfrutar de la belleza del ahora.

3. Comunicación abierta: La comunicación es la base de cualquier relación saludable. Si te sientes vulnerable o inseguro, habla con la persona que amas. Compartir tus miedos y preocupaciones puede fortalecer tu conexión y ayudar a construir una base de confianza y comprensión mutua.

4. Fortalece tu autoestima : El miedo a que te rompan el corazón a menudo está ligado a la inseguridad y la duda sobre tu propio valor. Trabaja en fortalecer tu autoestima y recuerda que mereces amor y respeto. Reconoce tus cualidades y todo lo que aportas a una relación.

5. Establece límites saludables : Es importante establecer y mantener límites saludables en cualquier relación. Esto no solo protege tu bienestar emocional, sino que también establece un marco de respeto mutuo. Saber lo que estás dispuesto a aceptar y lo que no, te dará una mayor sensación de control y seguridad.

6. Permítete ser vulnerable: El amor requiere vulnerabilidad. Permítete ser abierto y honesto con tus sentimientos. Sí, puede ser arriesgado, pero también es la única manera de experimentar un amor profundo y auténtico. La vulnerabilidad es una señal de valentía, no de debilidad.

7. Confía en ti mismo: Confía en tu capacidad para manejar lo que venga, ya sea alegría o dolor. Has enfrentado desafíos antes y has salido adelante. Confía en tu resiliencia y en tu capacidad para sanar, sin importar lo que suceda.

8. Busca apoyo: No tengas miedo de buscar apoyo de amigos, familiares o incluso de un profesional si te sientes abrumado. Hablar con alguien de confianza puede proporcionar una perspectiva diferente y ayudarte a manejar tus emociones de manera saludable.

9. Abraza la incertidumbre: El amor siempre tendrá un grado de incertidumbre. En lugar de temer lo desconocido, trata de verlo como una oportunidad para crecer y aprender. Cada relación nos enseña algo valioso sobre nosotros mismos y sobre la vida.

10.Recuerda que el amor vale la pena: A pesar del miedo y la posibilidad de dolor, recuerda que el amor es una experiencia enriquecedora que nos permite crecer y conectar profundamente con otra persona. Las lecciones y las alegrías que trae el amor son invaluables y hacen que el riesgo valga la pena.

Como conclusión y deberás es un alivio ( acá es donde te ríes ) enamorarse puede ser un viaje lleno de emociones mixtas.

Es normal sentir miedo, aún me aterra la idea solo de pensarlo pero no dejes que ese miedo te impida disfrutar de la belleza del amor.

Confía en tu capacidad para amar y ser amado, y recuerda que, pase lo que pase, eres fuerte y capaz de enfrentar cualquier desafío. Tranquiliza tu corazón con la certeza de que, en el camino del amor, cada paso es una oportunidad para crecer y descubrir más sobre ti mismo y el mundo que te rodea.

Bailar bajo la lluvia

Aprovechando las lluvias que hemos tenido en Guatemala, y que me ha tocado manejar bajo la lluvia, me recordó de singin’n in the rain , esa ...