Después de vivir en libertad en una isla salvaje junto a su hijo ganso Diamantino, la robot Roz (Unidad ROZZUM 7134) es capturada por los robots RECO y llevada a la ciudad para ser reparada.
Aunque la restauran, ella finge haber perdido sus recuerdos para sobrevivir y evitar ser destruida.
Así es asignada a trabajar en una granja en ruinas, propiedad del señor Shareef, un hombre herido física y emocionalmente por la pérdida de su esposa.
En la granja, Roz debe aparentar ser una robot común, mientras aprende sobre agricultura, conecta con los animales —especialmente las vacas— y forma un lazo sincero con los hijos del granjero: Jaya y Jad, quienes también han sufrido la pérdida de su madre.
Aunque trabaja duro y ayuda a revivir la granja, Roz siente nostalgia por su hogar en la isla y planea escapar.
Roz enfrenta diversos retos, incluyendo la amenaza de lobos salvajes, tornados, vigilancia constante, y la difícil decisión de confiar en los humanos.
Con el tiempo, gana la confianza de los niños, quienes la ayudan a ejecutar un arriesgado plan de fuga. En su viaje de regreso a casa, vive aventuras intensas: cruza montañas, navega en mar abierto, es rescatada por una ballena, viaja en tren, se esconde de la policía y hasta conoce una diseñadora que la ayuda a camuflarse.
En la ciudad, Roz descubre un secreto: fue fabricada con una “falla” que la hace diferente a otros robots… puede sentir, reflexionar y amar. Esa “falla” es su mayor don. Decide regresar a su isla, no como la robot que una vez fue, sino como una nueva Roz, libre y consciente.
Al final, Roz logra reunirse con Diamantino, cierra ciclos, ayuda a otros y se despide de quienes la ayudaron. La historia termina con ella de vuelta en la isla, su verdadero hogar, transformada y más humana que nunca.
Que se enseña y que fue lo que yo aprendí :
Identidad y libertad: Roz se descubre a sí misma más allá de su programación.
Amor y familia: La conexión con Diamantino y con los niños humanos muestra que el amor trasciende especies y formas.
Empatía y comunidad: La solidaridad entre animales, humanos y máquinas es clave para sobrevivir y prosperar.
Resiliencia: Roz se adapta, sobrevive y nunca se rinde.
Naturaleza vs tecnología: El libro plantea una convivencia posible entre lo salvaje y lo artificial.
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Mi sentir en cuanto al libro :
En una época donde lo artificial muchas veces parece dominar lo humano; El escape de la robot salvaje nos recuerda que sentir sigue siendo el acto más poderoso y revolucionario que existe.
Roz, una robot diseñada para obedecer, descubre que dentro de su código hay algo que ningún programador previó: una chispa de conciencia, de ternura… de humanidad.
Lo que para otros sería una falla, en ella se convierte en una virtud.
A través de su viaje de regreso a casa, Roz no solo cruza montañas, océanos y ciudades; también cruza la frontera del deber hacia el amor, del diseño hacia la libertad.
Cada animal que la ayuda, cada humano que se cruza en su camino, cada decisión que toma, la alejan del “deber ser” y la acercan al “quién soy”.
Nos recuerda que la familia no siempre es la que te programa o te cría, sino la que te elige y te acompaña. Que el hogar no siempre es un lugar físico, sino aquel donde uno puede ser completamente uno mismo.
Roz nos enseña que el amor, la compasión, y la capacidad de aprender del dolor no son fallas del sistema… son la evolución.
Y tú, lector… ¿qué parte de ti creías una falla y tal vez sea tu mayor don?
Porque quizás, como Roz, también tú estás en medio de un viaje de regreso a ti mismo.
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