Hoy es martes, 1 de abril de 2025. El reloj marcó las 7:47 a.m. cuando me detuve a respirar, justo después de un marzo lleno de aprendizajes, talleres y también un accidente inesperado en casa. La vida, una vez más, me susurra que no siempre podemos controlar lo que ocurre… pero sí cómo lo vivimos.
Este mes no lo empiezo corriendo, lo empiezo sintiendo. No con metas grandiosas, sino con una verdad simple y honesta: sigo dándole la bienvenida a mis miedos.
Sí, esos que llegan sin ser invitados, disfrazados de dudas, de cansancio, de preguntas sin respuesta.
Esos miedos que a veces nos hacen pensar que no podremos más, que tal vez no estamos listos, que la vida está yendo más rápido de lo que podemos manejar.
Pero aprendí algo: no tengo que vivirlo todo de golpe. Puedo vivir un segundo a la vez. O un minuto. Y la vida está llena de bendiciones y porque no un día completo en calma. Mira a tu alrededor y ve tus bendiciones a tu derecha y a tu izquierda, la Gata que amas, el televisor 58” que te compraste con tus ahorros, la taza de café , mate, matcha , chocolate que estas tomando, oh la vida es bella !! Gracias 🙏🏻
Hay días en los que me abrazo con fuerza, aunque esté sola. Hay otros en los que el dolor físico o emocional me susurra que descanse. Y está bien. Porque no se trata de correr. Se trata de estar.
Estar aquí. Estar presente. Estar viva.
Y tú que estás leyendo esto, tal vez también te sientes así.
Cargando miedos que nadie ve, batallando en silencio.
Te abrazo desde aquí.
No estás solo.
No estás sola.
Sigamos caminando… un minuto a la vez.
Hoy empieza abril. Y con él, una nueva oportunidad de soltar, sentir, y confiar.
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